LA PAZ – La crisis económica en Bolivia alcanzó el lunes a un alimento básico, el pan, cuyo precio se duplicó y ha caldeado el malestar social y la campaña para las elecciones presidenciales de agosto.
El abrupto aumento se registró en la ciudad de Santa Cruz —considerada la locomotora económica del país— y en Cochabamba, mientras en La Paz los panaderos presionan para incrementar el precio debido a un alza en el costo de insumos, dijo el dirigente del gremio Dandy Mallea.
Recommended Videos
Llamado popularmente “pan batalla” el horneado de harina es de consumo masivo sobre todo entre los sectores más pobres y era uno de los productos que todavía mantenía su precio frente la escalada de los alimentos básicos y los medicamentos, entre otros bienes.
“Mucha gente pobre se la pasa con un pan y un té en los días más duros”, dijo Hortensia Cuéllar, un ama de casa que hacía fila en un puesto de venta.
“Todo ha subido y sigue subiendo de precio: la harina, la levadura, la manteca. No hay forma de mantener el precio”, explicó Jacinto Rojas, dirigente de los panaderos en Santa Cruz.
El gerente de la estatal Empresa de Apoyo a los Alimentos (EMAPA), Franklin Flores, dijo que el gobierno mantiene la subvención a la harina y que “el incremento del 100% en Santa Cruz no se justifica”.
El fin de semana el presidente Luis Arce acusó “a la derecha que tiene como estrategia elevar los precios y el dólar para poner a la gente en contra del gobierno”. En tanto, los candidatos del centro y la derecha acusaron al expresidente Evo Morales (2006-2019) y a Arce —ambos del Movimiento al Socialismo (MAS)— de llevar al país “al desastre” con sus reformas estatistas.
Bolivia cerró 2024 con una inflación anual de 9,97% —la más alta en tres décadas— mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una inflación de 15,8% para este año, más del doble de lo estimado por el gobierno. El año pasado la inflación en alimentos fue de 15,4%.
La crisis económica comenzó hace dos años con la escasez de dólares debido a una caída en las exportaciones de gas natural, lo que su vez provocó falta de combustibles que el gobierno importa para el consumo interno.
El combustible se ha convertido en uno de los productos básicos más escasos de Bolivia, lo que afecta la producción de alimentos y la cadena de suministros y eleva el precio de los alimentos, según los expertos.
La situación ha llevado al límite la paciencia de los bolivianos —que en forma recurrente protagonizan protestas— en medio de la campaña para los comicios presidenciales del 17 de agosto con un oficialismo fracturado tras 19 años del poder y una oposición también dividida. Cinco alianzas y 11 partidos están habilitados para las elecciones.
Los candidatos en carrera son el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) de derecha y el empresario Samuel Doria Medina, de centro. Ambos impulsaron reformas liberales y privatizaciones en la década de 1990. Por el MAS aparecen Arce y Morales, quien anunció que se postulará a pesar de haber quedado inhabilitado. El tercer oficialista en carrera es el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez. El plazo para la inscripción de candidatos vence el 19 de mayo.