QUITO – Un sismo de magnitud 6,3 remeció el noroeste de Ecuador el viernes por la mañana, dejando 32 heridos y 179 familias afectadas por daños en sus viviendas.
El epicentro se ubicó a 35 kilómetros (21,7 millas) de profundidad en la provincia fronteriza de Esmeraldas, a unos 180 kilómetros (111 millas) al norte de la capital Quito, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Recommended Videos
Publicaciones en redes sociales mostraban daños estructurales en viviendas, con paredes derribadas, escombros, vidrios rotos y reportes de cortes en el suministro eléctrico.
Yolanda Pazmiño, residente de Esmeraldas de 48 años de edad, vivió momentos de angustia, según relató a The Associated Press, por el remezón de varios segundos, mientras los objetos se caían de las repisas en su departamento en el tercer piso. “Gracias a Dios no hubo daños”, comentó, pero dijo que en otros sectores como el Malecón, Las Palmas o La Tolita observó postes y paredes caídas. Durante horas no pudo comunicarse con su familiares.
La Secretaría de Gestión de Riesgos reportó daños en 33 edificios públicos como centros de salud, gobiernos locales, escuelas y universidades.
Sesenta carreteras y otras vialidades resultaron afectadas, entre ellas la que conduce a la ciudad de San Lorenzo, limítrofe con Colombia, que quedó inhabilitada por un derrumbe.
El 80% del suministro de energía eléctrica y de telecomunicaciones de Esmeraldas sufrió daños. En la tarde, la Corporación Nacional de Electricidad indicó que el servicio había sido restituido en la mayoría de las zonas afectadas, pero persistía en algunos sectores por "daños en los transformadores”.
Tras una sesión del Comité de Operaciones de Emergencia, a la que asistieron varios ministros y autoridades locales, se determinó que era prioritario garantizar el restablecimiento de los servicios básicos, reforzar la seguridad en las zonas afectadas y habilitar puntos de ayuda humanitaria.
La ministra de Educación, Alegría Crespo, anunció en una rueda de prensa conjunta que el inicio de las clases en esa provincia, previsto para el 5 de mayo, se postergará una semana debido a daños en la infraestructura educativa.
La ministra de Energía, Inés Manzano, adelantó que se dispuso la entrega de bonos de vivienda, riesgos y otros “en favor de los afectados del sismo”, sin precisar el monto. Se deberá determinar el nivel de afectación y de habitabilidad de las edificaciones y viviendas, agregó.
El movimiento se sintió en 10 de las 24 provincias del país andino. El Instituto Oceanográfico descartó una alerta de tsunami en un reporte remitido a periodistas.
El presidente Daniel Noboa —quien la víspera inició una gira internacional por seis países, incluido el Vaticano, donde asistirá al funeral del papa Francisco— se pronunció temprano en la red social X y dispuso el despliegue de ministros a la provincia “para coordinar la instalación de albergues, entrega de kits de ayuda humanitaria” y otros requerimientos.
En reportes de medios de comunicación como Teleamazonas fue posible ver a personas en las calles de la ciudad de Esmeraldas, con mochilas y atemorizadas. Las actividades permanecían suspendidas durante la jornada.
Se envió maquinaria pesada —incluidos tractores y camiones de volteo— a varias zonas para retirar escombros. El objetivo es “despejar las vías” y remover las paredes desprendidas de viviendas afectadas, declaró a la prensa el alcalde de la ciudad, Vicko Villacís.
Las operaciones de la refinería ubicada en la zona y el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano se suspendieron como medida de prevención, reanudándose horas más tarde tras una evaluación integral del sistema, indicó un reporte de la empresa estatal Petroecuador en X.
En abril de 2016, un terremoto de 7,8 grados de magnitud sacudió una zona central de la costa ecuatoriana, dejando cerca de 700 muertos y unos 3.000 millones de dólares en pérdidas.