PINECREST, Fla. – En el marco del Mes de la Tierra, Local 10 News destaca una innovadora solución que científicos están probando actualmente y que podría convertirse en una herramienta efectiva para limpiar nuestras vías fluviales y rescatar la Bahía de Biscayne. Lo mejor de todo es que esta solución proviene de la naturaleza.
En Pinecrest está floreciendo algo que podría ser la clave para salvar la Bahía de Biscayne.
Jazmin Locke-Rodríguez, investigadora postdoctoral en el Instituto de Medio Ambiente de la Universidad Internacional de Florida (FIU), ha sido testigo de la degradación progresiva de la bahía. La científica, originaria de Miami, está decidida a encontrar soluciones para restaurar la cuenca.
“Estamos usando el poder de las plantas para absorber contaminantes del agua, específicamente la contaminación por nutrientes”, explicó. “Realmente empezamos a notar que el agua se veía cada vez peor. Lamentablemente, esta agua tiene ahora niveles altísimos de nutrientes”.
La contaminación por nutrientes, como el fósforo y el nitrógeno, proviene de escorrentías de fuentes terrestres como fugas de aguas residuales, fosas sépticas, fertilizantes, desechos de mascotas no recogidos y agua de lluvia sucia. Todo esto llega a nuestros canales, los cuales desembocan en la Bahía de Biscayne, provocando devastadoras mortandades de peces y floraciones de algas.
“Necesitamos encontrar la forma de limpiar estos nutrientes y contaminantes, y evitar que lleguen a la Bahía de Biscayne”, dijo Todd Crowl, director del Instituto de Medio Ambiente de FIU. “Esta es solo una de las posibles herramientas”.
Se trata de Phytoflora, una herramienta que Locke-Rodríguez ha desarrollado durante los últimos cinco años. Consiste en colocar estratégicamente una isla flotante en medio de un canal contaminado para imitar el modo en que los humedales filtran naturalmente los nutrientes, como ocurre en los Everglades.
“Las plantas tienen naturalmente el poder de absorber nutrientes, usando la fotosíntesis para remediar”, explicó. “Lo único que estamos haciendo es darles un hogar para que puedan hacerlo”.
Pero en lugar de usar carrizos o juncos, Locke-Rodríguez cultiva flores sobre una balsa especialmente diseñada. Las flores suben y bajan con el nivel del agua, mientras que sus raíces cuelgan sumergidas en el canal.
“Y son capaces de absorber la contaminación —específicamente nitrógeno y fósforo— en sus tallos, hojas y flores, y así lo consumen e impiden que siga fluyendo hacia la Bahía de Biscayne”, dijo.
Locke-Rodríguez instaló un prototipo en febrero, usando un canal con alta carga de nutrientes en Pinecrest para su programa piloto.
“Esto es increíble, nuestras vías fluviales son tan importantes”, expresó Shannon Del Prado, concejal del Village de Pinecrest. “Cuando nos enteramos de este programa fue como: ¡guau! Y es una situación en la que todos ganamos. Además, como pueden ver, es hermoso”.
Estas islas flotantes de flores ofrecen más de un beneficio: no solo limpian el agua del canal absorbiendo nutrientes, sino que también embellecen el paisaje.
Locke-Rodríguez utiliza caléndulas africanas, celosías e iris, flores eficaces que además pueden ser vendidas en ramos atractivos.
La idea es cosechar las flores y venderlas en mercados locales, usando las ganancias para hacer crecer el programa y ampliar su impacto.
“A medida que las plantas crecen, limpian más y más. Y cada vez que las cosechamos, incentivamos que crezcan nuevamente, lo cual significa que seguimos limpiando y el ciclo vuelve a comenzar”, explicó Locke-Rodríguez.
Apenas han pasado tres meses desde que comenzó, pero los primeros datos científicos son prometedores.
“Es un comienzo”, dijo Crowl. “Incluso si solo eliminamos el 10% de la carga de fósforo, ya es un 10% mejor de lo que teníamos”.
“Saber que el agua que fluye saldrá mucho más limpia hacia la bahía, y que esto podría convertirse en un modelo que otras comunidades adopten, nos da esperanza de ver una mejora significativa en los nutrientes que terminan en nuestra bahía”.
Locke-Rodríguez continúa probando qué flores funcionan mejor en ese canal en particular. Hasta ahora, las caléndulas gigantes son las más exitosas.
Aún es pronto para determinar cuántos nutrientes están siendo eliminados.
Los científicos esperan tener más información conforme las flores sigan creciendo y comience la temporada de lluvias en mayo, momento en que las cargas de nutrientes en los canales y la bahía suelen ser más altas.