CIUDAD DE MÉXICO – México mostró el miércoles su inquietud por la cesión que está realizando el presidente Donald Trump de de una franja fronteriza de tierra federal al Ejército, lo que podría permitir a las tropas estadounidenses detener a cualquier intruso, incluidos migrantes.
La presidenta Claudia Sheinbaum indicó que aunque “hay diálogo” con la administración Trump también se ha enviado una “nota diplomática” a su gobierno sobre el tema.
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“Es una decisión de ellos, autónoma, en su propio territorio, pero que esperaríamos que no traspasara la frontera y que siguiera habiendo la misma colaboración que ha habido hasta ahora en materia de seguridad”, afirmó.
La mandataria no detalló el contenido del mensaje pero confió en que se sigua respetando la cooperación bilateral.
Sheinbaum dijo no saber cuál es el objetivo, “si es para seguir construyendo el muro” pero subrayó que lo único que pide México es “respeto y coordinación”.
La transferencia de esa zona fronteriza al control militar para convertirla en parte de una instalación del Ejército —una especie de base militar— es un intento del gobierno de Trump de eludir una ley federal que prohíbe que las tropas de Estados Unidos sean utilizadas en tareas policiales en suelo estadounidense.
El corredor, conocido como la Reserva Roosevelt, es una zona federal de 18,2 metros de ancho que se extiende a lo largo de la frontera desde Nuevo México hasta California, excepto donde se encuentran tierras de pueblos originarios o propiedad privada.
Había sido administrado por el Departamento del Interior hasta que Trump ordenó que el control se transfiriera al Departamento de Defensa en un memorando presidencial publicado el pasado viernes.