Argentina levanta restricciones cambiarias para comprar dólares tras confirmarse ayuda del FMI

ARCHIVO - El presidente de Argentina, Javier Milei, a la izquierda, y el ministro de Economa, Luis Caputo, en una cumbre del Mercosur en Montevideo, Uruguay, el 6 de diciembre de 2024. (AP Foto/Matilde Campodnico, Archivo) (Matilde Campodonico, Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved)

BUENOS AIRES – El gobierno del presidente Javier Milei anunció el viernes que pondrá fin a la mayoría de las restricciones cambiarias que rigen en Argentina desde 2019, una apuesta de alto riesgo que fue posible gracias a ayuda del FMI por 20.000 millones de dólares.

“Se rompió el último eslabón que mantenía a nuestra economía nacional atada al piso. Eliminamos el cepo (control de cambios) para siempre”, destacó el mandatario ultraderechista en un mensaje dirigido a la población, grabado y emitido varias horas después de que su ministro de Economía, Luis Caputo, adelantara detalles del nuevo plan.

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Las restricciones cambiarias, conocidas popularmente como cepo, fueron impuestas en 2019 para frenar la fuga de divisas. Los controles limitan la compra de dólares a precio oficial –más barato que en el mercado ilegal—, limitan las importaciones e impiden que las empresas envíen sus ganancias al extranjero.

El Banco Central indicó en un comunicado que a partir del lunes se eliminan las restricciones cambiarias a las personas, se permitirá la distribución de utilidades a accionistas del exterior a partir de los ejercicios financieros que comienzan en 2025, y se flexibilizarán los plazos para el pago de operaciones de comercio exterior, entre otros anuncios.

“La eliminación de restricciones cambiarias impulsará la actividad, el empleo, la inversión y la productividad de la economía argentina, con el refuerzo de la recuperación del ahorro doméstico y el crédito al sector privado en curso”, afirmó la entidad.

El anuncio coincidió con una reunión del directorio ejecutivo del organismo financiero en Washington, que a última hora del viernes aprobó el nuevo programa con el país sudamericano, el vigésimo tercero desde 1958, en coincidencia con sus repetidos temblores económicos.

“Basándose en la sólida trayectoria de las autoridades, el acuerdo apoya la transición a una nueva fase de su plan de estabilización y crecimiento para afianzar la estabilidad macroeconómica, fortalecer la sostenibilidad externa y profundizar las reformas estructurales para crear una economía más abierta y orientada al mercado”, señaló el Fondo Monetario Internacional en un comunicado.

El organismo adelantó que la próxima semana desembolsará 12.000 millones de dólares y otros 2.000 millones en junio, en coincidencia con la primera revisión del programa.

“Hoy comienza una nueva era de libertad y estabilidad para los argentinos”, manifestó Milei.

Su decisión implica grandes riesgos en un país en el que sus ciudadanos están obsesionados con el dólar, considerándolo un refugio seguro para los ahorros, tras enfrentar varias crisis inflacionarias. En ese sentido, las restricciones alimentaron un mercado de cambios ilegal que terminó por convertirse en el parámetro que fija los precios de toda la economía.

Libres de ataduras, los argentinos podrían volcarse masivamente a la compra de dólares, provocando una devaluación del peso que descontrolaría otra vez la inflación y generaría más pobreza.

Por ello, aunque liberal, el gobierno no dejará en manos del mercado la cotización de la divisa. En cambio, implementará un régimen de flotación cambiaria dentro de bandas que van de 1.000 a los 1.400 pesos por divisa.

“Dentro de las bandas, el tipo de cambio fluctuará libremente en función de las fuerzas de la oferta y la demanda”, explicó el Banco Central. Agregó que tanto el valor inferior como el valor superior de la banda evolucionarán -1% y +1% por mes, respectivamente.

El viernes el dólar minorista se cotizó en el mercado oficial a 1.097,50 pesos por unidad, en tanto que en el mercado informal se pedían 1.375 pesos por dólar.

Los argentinos podrán comprar dólares para guardarlos, pero se mantendrán las percepciones (impuestos) para los gastos con tarjeta en el exterior. En tanto, el gobierno continuará limitando las importaciones.

En coincidencia con el inicio del nuevo régimen cambiario, el lunes llegará a Buenos Aires el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott K.H. Bessen, en una fuerte señal de respaldo del gobierno del presidente Donald Trump al rumbo económico de Milei, su principal aliado en América del Sur.

El anuncio llega en un momento crítico para la segunda economía más grande de Sudamérica. Las dudas que ha generado en los mercados financieros la consistencia del plan económico de Milei llevaron a una presión sobre la cotización del dólar y obligaron al gobierno a echar mano de las pocas reservas de divisas del Banco Central con el fin de intervenir en el mercado de cambios. En las últimas semanas, se desprendió de 2.500 millones de dólares con ese fin.

Los vaivenes del dólar tienen impacto inmediato en los precios de la economía y pueden poner en jaque el plan antiinflacionario de Milei. Tras varios meses de caída en el costo de la vida, la inflación se aceleró por segundo mes consecutivo en marzo a 3,7% mensual, la más alta desde agosto pasado.

En paralelo, con la crisis internacional que se desató por las políticas de aranceles de Trump, las acciones y bonos argentinos se desplomaron y subió el riesgo país.

“Es un plan muy audaz este, recalculando el plan económico. Creo no tenían otra”, opinó Leonardo Piazza, economista director de la consultora LP Consulting. “El momento era ahora, más con el apoyo internacional muy fuerte del Fondo Monetario Internacional y de los organismos, que casi van a duplicar las reservas. Hay un poder de fuego muy importante”.

Según el ministro Caputo, hace ocho meses que el gobierno argentino negocia con el FMI un desembolso para reforzar las alicaídas reservas del Banco Central y levantar los controles cambiarios.

El programa acordado tiene una extensión de 48 meses, con un plazo de 10 años y 4 años y medio de gracia para el pago de capital.

El paquete de ayuda se complementará con el aporte de más de 6.000 millones de dólares de otros organismos internacionales.

El economista Piazza planteó dos interrogantes sobre la nueva política cambiaria.

“La duda es dónde se acomoda la tasa de interés. Hay que ver a cuánto cierra el tipo de cambio el lunes. El otro gran interrogante es la inflación en el segundo trimestre del año. Es muy probable que haya un cimbronazo, porque los precios relativos todavía no están acomodados”, observó.

Argentina ha recibido más rescates del FMI que cualquier otra nación, pero ello no lo vuelve popular entre su población. De hecho, los argentinos lo consideran gran responsable de sus flagelos económicos.

Según un sondeo de la consultora Analogías, el 61,3% de los 2.854 consultados se manifestó en contra de un acuerdo, contra un 21,8% que lo respalda.

La encuesta fue realizada entre el 28 y el 31 de marzo en todo el país, con un error muestral de +/- 2%.

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La corresponsal Almudena Calatrava contribuyó con este reporte desde Buenos Aires.


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