FORT LAUDERDALE, Fla. – La administración del presidente Donald Trump ofreció una conferencia de prensa el miércoles en Port Everglades, en Fort Lauderdale, luego de que la Guardia Costera de EE.UU. reportara el desembarco de cargamento que formaba parte de más de $509 millones en cocaína y marihuana incautados durante 13 operaciones de interdicción en el Atlántico.
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, informó que se trataba de aproximadamente 45,000 libras de cocaína “pura” y 38,000 libras de marihuana en cargamentos ilegales vinculados a dos cárteles mexicanos: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
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El vicealmirante de la Guardia Costera, Nathan Moore, comandante del área del Atlántico, dijo que los barcos James y Mohawk participaron en la incautación de drogas y en el arresto de sospechosos. Dirigiéndose a los cárteles, declaró:
“El mar es nuestro, no suyo. ¡Los encontraremos! ¡Los perseguiremos! ¡Los detendremos!”
El capitán Thomas Rodzewicz, comandante del buque James, dijo que su tripulación “controló un área del tamaño de Estados Unidos continental” durante patrullajes antidrogas, que comparó con “buscar una aguja en un pajar”.
Rodzewicz explicó que durante 56 días de patrullaje, el “equipo de equipos” del James —que incluye pilotos, operadores de drones y oficiales de inteligencia— interceptó 11 embarcaciones dedicadas al narcotráfico y detuvo a 34 sospechosos.
“En todos mis años trabajando en esta misión vital, nunca había visto resultados tan significativos en tan poco tiempo”, afirmó Rodzewicz, quien se graduó de la Academia de la Guardia Costera en 2003.
El director del FBI, Kash Patel, atribuyó el éxito de la operación a la designación de los cárteles de droga como organizaciones terroristas por parte de la administración Trump, lo que, dijo, hizo posible la coordinación interinstitucional.
Por su parte, el teniente general Evan Pettus, subcomandante del Comando Sur de EE.UU., dijo que el esfuerzo conjunto contra los cárteles de droga no solo incluyó inteligencia proveniente de procesos judiciales y del FBI, sino también la cooperación de representantes de 21 naciones socias.
Bondi señaló que el trabajo en equipo dio lugar a 11 casos judiciales separados que serán procesados en el Distrito Medio de Florida, aunque no ofreció detalles sobre los sospechosos más allá de su vinculación con los dos cárteles mexicanos.
“Este es un golpe importante a sus operaciones financieras y a sus esfuerzos por distribuir drogas en nuestro país”, dijo Bondi. “Es un ejemplo de un enfoque guiado por la inteligencia y liderado por las fiscalías para frenar estas organizaciones criminales.”