MONTEVIDEO – El abogado Manuel García Mansilla renunció el lunes a su puesto en la Corte Suprema de Argentina luego de que días atrás el Senado rechazó su nominación impulsada por el ultraderechista presidente Javier Milei y la presión de sus críticos para que dimitiera fuera en aumento.
García Mansilla dio a conocer su decisión en un escrito dirigido al mandatario —quien en febrero lo designó juez del máximo tribunal mediante un polémico decreto— en medio del repudio de colegas y dirigentes políticos de la oposición y de un pronunciamiento judicial en su contra para que no emitiera fallos.
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“Me dirijo a usted a fin de presentar la renuncia indeclinable al cargo de juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para el que fui nombrado”, escribió García Mansilla.
En su carta, el abogado señaló que había aceptado el cargo debido al "grave problema institucional” de tener una Corte Suprema integrada sólo por tres de los cinco magistrados con los que debería contar. Además agradeció a Milei haberle dado la posibilidad de “poder servir” a sus conciudadanos.
La expectativa sobre la dimisión de García Mansilla comenzó el jueves apenas se conoció el rechazo de la cámara alta a su nominación como magistrado de la Corte Suprema y se acrecentó luego de que el juez federal Alejo Ramos Padilla firmó una medida cautelar que le ordenaba abstenerse de firmar resoluciones por un plazo de 90 días.
El abogado constitucionalista Daniel Sabsay explicó a The Associated Press que los fallos firmados por García Mansilla en los 40 días que estuvo en su cargo “no tendrían alcance retroactivo”.
El gobierno defendía la permanencia del abogado en la Corte sosteniendo que al ser nombrado por decreto tenía mandato hasta noviembre y que sólo podrían sacarlo con un juicio político.
El propio García Mansilla defendió en su escrito la constitucionalidad de su nombramiento. "Expliqué que existen numerosos antecedentes en nuestra historia constitucional”, señaló.
Diversos juristas afirmaron por su lado que como el Senado rechazó su nominación el juez debía dejar de inmediato el puesto.
En la sesión del jueves el Senado no respaldó la nominación de García Mansilla ni la del juez Ariel Lijo bajando así el martillo sobre una larga disputa entre el gobierno y la oposición y asestando un duro golpe político a Milei, en el poder desde fines de 2023.
Milei repudió la decisión del Senado y la atribuyó a “motivos meramente políticos”. García Mansilla fue rechazado tanto por el peronismo, la principal fuerza opositora, como por sectores que han sido aliados circunstanciales del gobierno.
Hace dos meses, el mandatario designó por decreto a Lijo y García Mansilla en comisión para llenar las vacantes que dejaron dos magistrados en el máximo tribunal. Tomó la decisión luego de que durante meses fracasara en su intento de lograr el aval del Senado para ambas candidaturas.
Una vez que el decreto fue publicado, García Mansilla juró su cargo en el alto tribunal a fines de febrero.
En tanto, Lijo no concretó su incorporación a la Corte luego de que los magistrados supremos decidieron negarle la licencia extraordinaria que había solicitado para ocupar el puesto sin tener que dejar su cargo como titular de un juzgado federal en Buenos Aires.
El decreto fue considerado inconstitucional por opositores y varios juristas y, según analistas, contribuyó a que naufragaran las posibilidades de conseguir el respaldo de las distintas fuerzas en el Senado para avalar la incorporación de ambos postulantes al máximo tribunal. El gobierno defendió su legalidad.