BOGOTÁ – El presidente colombiano, Gustavo Petro, insistió el martes en que la actual crisis por la que pasa el sistema de salud es el resultado de problemas estructurales que se han acumulado a lo largo de los años, responsabilizando a dispensarios y empresas prestadoras de servicios (EPS), con lo que justifica la necesidad de una reforma.
Para el presidente, el manejo de la salud ha dado espacio a la corrupción y la desviación de recursos para otros fines distintos a la atención de pacientes, pese a que las EPS reciben del gobierno una cuota fija anual para atender a cada usuario, con la que debe cubrir los gastos de operación y administración. En su gobierno ha intervenido a varias EPS, tomando su control.
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“Quiero que quede claro el sistema actual es insostenible porque se roban el dinero”, advirtió Petro, quien considera que los medios de comunicación están culpando injustamente a su gobierno por las fallas en el sistema.
El presidente dedicó un consejo de ministros televisado a los problemas en el sistema de salud, esquivando críticas del gremio de las entidades promotoras de salud que culpan al gobierno de no dar los pagos necesarios.
Las EPS aseguran que están desfinanciadas por el aumento en la demanda de servicios tras la pandemia y porque el costo de la atención resulta mayor a lo que reciben para cubrir los gastos en salud de la población.
Horas antes, la estatal Defensoría del Pueblo alertó sobre el “deterioro crítico” del sistema de salud, tras documentar que en los últimos dos años aumentaron las quejas por fallas en la prestación de servicios en un 75%. Los reclamos giran en torno a falta de atención en medicina especializada y de servicios esenciales, retrasos en la entrega de medicamentos e incumplimiento de tutelas, mecanismo de amparo de derechos fundamentales.
″La están manejando unos negociantes que son capaces de matar al paciente por guardar una serie de medicamentos con la intención de que el proyecto de ley no se apruebe en el Congreso”, señaló Petro.
Con el despliegue de funcionarios de gobierno hablando de la crisis, Petro da un nuevo impulso a la consulta popular, un mecanismo de participación ciudadana con el que los colombianos votarán sobre la necesidad reformar el sistema de salud y el laboral, ante la resistencia que ha encontrado en el Congreso para aprobarlas.
El gobierno planea presentar en las próximas semanas las preguntas que tendrá la consulta popular para que el Congreso dé el aval que permita convocar la votación.
En el sistema de salud actual, vigente desde 1993, cada paciente se afilia a una EPS, usualmente privada, la cual está encargada de contratar los servicios de las clínicas y hospitales, para así garantizar que los usuarios sean atendidos. El gobierno ha planteado reducir la intermediación de actores privados y dar al Estado un mayor control del dinero.
“El gobierno tiene el deber de fortalecer la red de prestadores y agilizar la entrega de medicamentos”, indicó la defensora del Pueblo, Iris Marín. Mientras que las entidades privadas y farmacéuticas “deben resolver con urgencia los problemas de disponibilidad de servicios y medicamentos”, agregó.
Para la Defensoría del Pueblo resulta imperativo que los servicios de salud mejoren con o sin la reforma a la salud.
Petro advirtió que no está dispuesto a insistir por tercera vez al Congreso para que apruebe la reforma a la salud que aún está siendo discutida, tras ser negada.
“Hunden el proyecto de reforma a la salud y vemos en decretos hasta dónde se puede salvar lo salvable. Lo demás se liquida”, advirtió el mandatario.
A su juicio, hay un acaparamiento de medicamentos —que genera largas filas de pacientes esperando sus medicinas— y una narrativa que busca generar caos en el sistema con el fin de hacerle daño a su gobierno y darle un “golpe de Estado”.
“Esto es lo mismo que (Salvador) Allende... acaparaban la comida para que la gente saliera a protestar contra Allende. Aquí quieren hacer lo mismo”, denunció sin enseñar pruebas.