TAMPA, Fla. – Dos universidades de Florida están entre las 60 instituciones que la administración de Trump está investigando por presunto antisemitismo.
Linda McMahon, la nueva secretaria de Educación, publicó el lunes una lista que incluye a la Universidad de Tampa y la Universidad del Sur de Florida. Trump también emitió un comunicado en el que afirmó que estudiantes de todo el país han participado en actividades “proterroristas, antisemitas” y “antiamericanas”.
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“Encontraremos, arrestaremos y deportaremos a estos simpatizantes de terroristas de nuestro país, para que nunca regresen”, escribió Trump.
McMahon señaló en un comunicado que las investigaciones responden a “erupciones antisemitas implacables” que han hecho que los estudiantes judíos teman por su seguridad.
“Las universidades y colegios de EE.UU. se benefician de enormes inversiones públicas financiadas por los contribuyentes. Ese apoyo es un privilegio”, declaró McMahon.
Según el Departamento de Educación, las investigaciones surgen a raíz de denuncias por presuntas violaciones al Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación.
La semana pasada, la administración de Trump anunció “la cancelación inmediata” de $400 millones en subvenciones y contratos federales para la Universidad de Columbia.
En respuesta, Donna Lieberman, directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, calificó la medida de inconstitucional, argumentando que busca “coaccionar” la censura de estudiantes que critican a Israel o apoyan a los palestinos.
Lieberman también condenó el arresto, el sábado por la noche, de Mahmoud Khalil, un graduado de la Universidad de Columbia, por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Khalil ha protestado contra la respuesta de Israel al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, cuando militantes islamistas mataron a 1,200 personas y secuestraron a 251.
Khalil, de 30 años, nació en Siria. Según su biografía, sus padres son palestinos, se graduó de la Universidad Libanesa Americana en Beirut, trabajó para diplomáticos británicos y obtuvo una maestría en Columbia en diciembre. Su esposa, ciudadana estadounidense, está embarazada de ocho meses y él tiene una tarjeta de residencia (green card).
El secretario de Estado, Marco Rubio, escribió el domingo en X que su administración “revocará las visas y/o tarjetas de residencia de los simpatizantes de Hamás en EE.UU. para que puedan ser deportados”.
El lunes, un juez federal bloqueó la deportación de Khalil antes de una audiencia programada para el miércoles.
Mientras tanto, Israel continúa las negociaciones para recuperar rehenes tras haber acordado un alto al fuego con Hezbolá en noviembre y con Hamás en enero. EE.UU. ha considerado a Hamás y Hezbolá como organizaciones terroristas extranjeras desde 1997.