COCONUT CREEK, Fla. – Un conflicto de zonificación se ha convertido en un debate sobre la libertad de educación.
Tras enfrentarse a la ciudad, una familia del sur de Florida busca ahora una resolución en los tribunales, argumentando que el caso no es solo un “dicho y hecho”, sino una cuestión de interpretación legal.
Andy Cody y Michelle Patton han educado a sus hijos, así como a amigos y familiares, pero la ciudad de Coconut Creek insiste en que lo que realmente operaban era una escuela ilegal.
“Quiero ser reconocida como una educación en el hogar”, dijo Patton. “Quiero poder educar a mis hijos en casa y ofrecer la hermosa vida en el campo que tenemos aquí a otras familias”.
Patton explicó que comenzó a educar a sus hijos en su rancho en Coconut Creek, y pronto amigos y familiares quisieron unirse. Así nació un homeschool co-op, un grupo de aprendizaje en casa con aproximadamente 17 estudiantes y sus padres, combinando actividades al aire libre con educación tradicional basada en libros de texto.
Sin embargo, la ciudad no lo consideró así y tomó medidas para cortar el suministro eléctrico en Redstone Ranch, citando preocupaciones de seguridad escolar, como la falta de rociadores y alarmas contra incendios.
“He cumplido con múltiples regulaciones estatales para asegurarme de que mis hijos y los hijos de mis amigos reciban una educación completa”, explicó Patton.
“Creo que hay una gran área gris en lo que se define como una escuela versus un programa de educación en el hogar”, agregó Cody.
El conflicto gira en torno a qué normativas deben aplicarse. La familia afirma que incluso recibe financiamiento aprobado por el estado específicamente para educación en el hogar, pero funcionarios municipales aseguran que las preocupaciones sobre Redstone Ranch comenzaron mucho antes de este debate.
Las autoridades citan múltiples violaciones al código, como la construcción de estructuras sin permisos y un incendio en un establo el año pasado en el que supuestamente murió un caballo.
Los dueños argumentan que pueden construir como negocio agrícola, pero los comisionados de la ciudad insisten en que la situación no es tan sencilla.
“El problema principal es muy simple”, explicó el comisionado de Coconut Creek, Josh Rydell. “No se trata solo de lo que hacen allí o de si operan legalmente, sino de la salud, la seguridad y el bienestar. Muchas veces no cumplen con el código de construcción de Coconut Creek”.
El caso se ha convertido en un complejo desafío legal. Los dueños del rancho han presentado una solicitud en los tribunales para obtener claridad sobre su estatus como escuela y negocio agrícola.
Mientras tanto, la ciudad de Coconut Creek evalúa presentar una demanda para frenar las violaciones y el crecimiento de la instalación si la mediación no da resultados.