BUENOS AIRES – El presidente libertario de Argentina, Javier Milei, afirmó tarde el sábado que un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) era inminente, y aprovechó su discurso anual ante el Congreso para proyectar una imagen optimista de su reforma económica tras un primer año en el cargo lleno de divisiones y una reciente serie de controversias.
En un discurso que apeló a los sentimientos de su base conservadora pero que incluyó poco en términos de nuevas políticas, Milei prometió a la nación en crisis que, en los próximos días, “le pediré al Congreso que apoye al gobierno en este nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, a pesar de que parecía que Argentina aún no había cerrado el trato.
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Revisando los temas económicos de su campaña presidencial de 2023 antes de las cruciales elecciones de media legislatura en octubre, Milei declaró que “pasamos de hablar de hiperinflación a hablar de estabilidad a largo plazo".
Citando su habitual frase sobre el éxito del gobierno en reducir la tasa de inflación mensual de un pico del 26% en diciembre de 2023, cuando asumió el cargo, a poco más del 2% en enero, y en ayudar al país a salir de una dolorosa recesión, dijo que “pasamos de ser un hazmerreír a nivel global (...) a ser un protagonista inesperado”.
El multimillonario tecnológico Elon Musk, quien la semana pasada mostró una motosierra que Milei le regaló en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Washington, ha citado la estrategia del presidente argentino como inspiración para su propia arremetida en la burocracia federal estadounidense.
“Los ojos del mundo se posan sobre la Argentina después de mucho tiempo”, dijo, “como está haciendo Elon Musk”.
En cuanto a la política comercial, Milei anunció que Argentina dejaría el bloque Mercosur de naciones sudamericanas si fuera necesario para cerrar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.
Esto marcaba un nuevo esfuerzo de Milei por alinear a su nación con el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, a expensas de los aliados y asociaciones regionales anteriores de Argentina.
“Para aprovechar esta oportunidad histórica que se nos vuelve a presentar, es necesario estar dispuesto a flexibilizar o, incluso, llegado el caso, a salir del Mercosur”, afirmó.
Promesas sobre acuerdo con FMI
En su discurso, Milei no dio más detalles sobre el supuesto nuevo acuerdo de financiamiento con el prestamista con sede en Washington — un programa que su gobierno ha buscado durante meses para ayudar a levantar los estrictos controles de capital y divisas de Argentina con la esperanza de cosechar los beneficios de sus reformas de libre mercado, que, en 2024, lograron el primer superávit fiscal de Argentina en 14 años.
Milei dijo que su gobierno utilizaría una inyección de efectivo del FMI para reponer las disminuidas reservas de divisas del banco central, ayudando a prevenir una posible fuga de capitales mientras Argentina intenta levantar su compleja red de controles de capital antes de fin de año.
“Este nuevo acuerdo nos brindará las herramientas para allanar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente para todos nuestros ciudadanos y para poder atraer mayores inversiones que se traduzcan en menor inflación, mayor crecimiento y nivel de empleo”, dijo Milei al Congreso.
Las empresas extranjeras consideran que los notorios controles de divisas, que establecen un tipo de cambio oficial y restringen el acceso a dólares en Argentina, son el mayor impedimento para invertir en el país.
El FMI, alentado por los avances de Milei pero con reparos sobre la sostenibilidad de su austeridad, estudia si prestar más dinero a la problemática Argentina, su mayor deudor y con un historial de incumplimientos. El país aún debe más de 40.000 millones de dólares por su programa más reciente, que finalizó en diciembre.
El fondo no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Un congreso hostil
Mientras el discurso de Milei enmarcaba sus éxitos como victorias para el pueblo argentino, un boicot por parte de miembros del partido opositor peronista de izquierda, Unión por la Patria, dejó la cámara legislativa, típicamente llena, a medio ocupar.
El bloque peronista controla el 46% de los escaños en el Senado y el 39% en la cámara baja — en comparación con solo el 10% y el 15%, respectivamente, para el partido La Libertad Avanza de Milei.
Que los rivales políticos de Milei sigan siendo hostiles no es una sorpresa, dicen los expertos, ya que el presidente presiona los límites generalmente entendidos del poder ejecutivo para sortear al Congreso.
El irascible exrockero y comentarista de televisión ha adoptado un tono más suave en sus negociaciones con los legisladores en los últimos meses, y ha logrado algunos votos del antiguo gobierno de centroderecha de Mauricio Macri para aprobar algunas iniciativas clave.
Pero Milei ha confiado en gran medida en decretos y otros poderes ejecutivos para desregular industrias, disolver ministerios, despedir a más de 40.000 empleados públicos, eliminar proyectos de obras públicas, recortar ajustes por inflación para pensiones y salarios y limitar los poderes de los sindicatos, entre otros cambios.
“Demostró que puede gobernar el país sin el Congreso”, dijo Sebastián Menescaldi, economista de la consultora EcoGo de Buenos Aires.
La semana pasada, Milei indignó a la oposición política al anunciar que eludiría al Senado argentino para nombrar por decreto a dos nominados a la Corte Suprema, uno de los cuales ha provocado reacciones adversas por acusaciones de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Los nombramientos fueron ampliamente criticados como una extralimitación de la autoridad ejecutiva que garantizaría fallos favorables sobre sus amplias reformas, cuya constitucionalidad ha sido cuestionada en los tribunales federales.
A medida que aumentan las tensiones entre el gobierno y los legisladores, las elecciones de medio término en octubre de 2025 serán cruciales. Un buen resultado en las urnas permitiría a Milei “hacer todos los cambios que quiera y no tener que hacer concesiones”, advirtió Menescaldi, señalando que “eso podría significar que se vuelva más autoritario”.
Evitando el escándalo
En las últimas semanas, el economista de extrema derecha ha enfrentado la mayor crisis en sus 14 meses de gobierno tras promover un token de criptomoneda desconocido que se disparó después de su respaldo y rápidamente se desplomó, lo que provocó docenas de denuncias penales y llamados a su destitución.
Los fiscales federales han abierto una investigación sobre posible fraude y abuso de autoridad.
Milei no hizo mención del escándalo de las criptomonedas durante su discurso del sábado, que duró más de una hora.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.