LA PAZ – Más de 30.000 bailarines y músicos se tomaron las calles el sábado en la ciudad de Oruro, en el occidente de Bolivia, al inicio de las festividades del carnaval. Además de su colorido, es una manifestación del sincretismo religioso que se traduce en coloridas danzas folclóricas.
La festividad en honor de la Virgen del Socavón, una advocación de la Virgen María, patrona de los mineros, inició el sábado temprano con un recorrido de bailarines al son de bandas por las calles de Oruro hasta el santuario de la patrona que se prolongará hasta el domingo. Esta celebración fue declarada por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral de la humanidad.
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Oruro es la mayor ciudad minera y es considerada la capital folclórica de Bolivia, a 110 kilómetros al oeste de La Paz. Su carnaval mezcla antiguas tradiciones y cultos de pueblos prehispánicos con las manifestaciones culturales y católicas traídas por los colonizadores españoles, según antropólogos.
La danza típica es la diablada o baile de los diablos de origen prehispánico que mezcla creencias católicas y paganas y está relacionada con la actividad minera. Los mineros suelen rendir culto al diablo al que encomiendan sus vidas cuando ingresan a socavones en las minas de plata y estaño.
La festividad mueve más de 54 millones de dólares y se constituye en importante oxigeno económico en momentos en que el país afronta una dura crisis económica, según estimó el viceministro de Turismo, Hiver Flores.
Artesanos confeccionan los trajes durante todo el año.
Esta vez, el gobierno invitó al país a los Nansana Kids, un grupo de baile de niños de Uganda que interpretan bailes típicos del continente y son una sensación en las redes sociales. La delegación fue recibida por el presidente Luis Arce y visitarán varios sitios turísticos, además de Oruro.
La fiesta de los carnavales es la más larga con cuatro días de festividades en todas las regiones del país. Concluirá el martes con ofrendas y rituales a la Pachamama (Madre Tierra) para pedir por buenas cosechas y mejores augurios para los negocios.
Según el antropólogo Milton Eyzaguirre, en el mundo andino la festividad está vinculada al calendario agrícola y marca un nuevo ciclo de siembra y cosecha y los rituales a la Pachamama han tomado mayor importancia en los últimos años debido a los impactos del cambio climático.
La celebración y la fiesta callejera también son aprovechadas para el proselitismo político a seis meses de una peleada elección presidencial, en la que el partido de gobierno se juega su hegemonía política de casi 20 años en medio de duras peleas en el oficialismo cuya fractura está impulsado el regreso de partidos tradicionales de centro y de derecha.
El presidente Arce participó y bailó la víspera del llamado Anata Andino en el que indígenas y agricultores bailan en las calles de Oruro para agradecer a la Pachamama la primera producción del año. Otros candidatos también se mostraron durante las festividades en todo el país.
La policía ha duplicado controles en las carreteras y en las ciudades para evitar excesivo consumo de alcohol durante las fiestas. Se esperan más días lluviosos durante el largo feriado lo que aumenta los riesgos en las rutas, advirtieron las autoridades.