BOGOTÁ – Con la conformación de su nuevo gabinete de ministros el presidente colombiano Gustavo Petro lucha por mantener a flote su proyecto político de izquierda en el tramo final de su mandato y con la mira puesta en las elecciones legislativas y presidenciales de 2026.
Se trata, según analistas, de un objetivo especialmente difícil luego de que el país entero vio las divisiones internas de su gobierno en una reunión de ministros televisada en la que Petro les reclamó más y mejores resultados y recibió fuertes críticas.
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Siete ministros y altos funcionarios renunciaron y otros más salieron del gobierno por decisión de Petro, el primero de izquierda en llegar a la presidencia de Colombia. La principal fractura se dio con la vicepresidenta Francia Márquez, a quien Petro decidió apartar del Ministerio de la Igualdad que lideraba en simultáneo desde 2023.
“Como los vicepresidentes no tienen funciones reales, entonces cuando le quitan el ministerio (a Márquez) pues lo que hacen realmente es apartarla un poco más de cualquier ejercicio de poder”, explicó a The Associated Press Javier Garay, doctor en Ciencia Política y docente de la Universidad Externado.
Márquez, la primera afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia, representa la figura de más alto nivel del sector de izquierda que ha marcado cierta distancia con el presidente. Horas antes de salir del ministerio advirtió en una carta pública que su vida corría peligro por denunciar la corrupción y señalar lo que está mal al interior del gobierno.
“Veo un presidente que trata de mantener unido a su sector, a la izquierda, pero que lo tiene cada vez más difícil por las peleas que afloran a medida que avanza el ambiente electoral”, dijo a la AP Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.
Con el nuevo gabinete Petro pero hizo guiños a sectores de izquierda que tradicionalmente lo han apoyado e incluyó en la cartera de Ambiente a Lena Yanina Estrada, la primera ministra indígena en el país, y al sindicalista Edwin Palma Egea en el Ministerio de Minas. Más allá de la izquierda, dio cabida al partido de centro Alianza Verde con el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, y a los militares con el general Pedro Sánchez, al frente de Defensa.
"Ustedes reflejan... más que partidos políticos, diversidades de la sociedad colombiana”, declaró el mandatario al presentar a su nuevo equipo en un teatro del centro de Bogotá.
Pero Basset advirtió que el presidente tiene dificultades para sumar apoyo por fuera de la izquierda porque "a los partidos no les interesa tanto ser partícipes de este gobierno que está en su último tramo, no les conviene cuando se acercan las elecciones”.
Según Sandra Borda, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes, el presidente estaría apostando a dos estrategias: por un lado conservar su base de izquierda y por el otro abrir posibilidades en la política tradicional, especialmente en el Congreso.
“La base de izquierda no se le agrietó, sigue estando ese 30 o 35%. El gran reto es conseguir lo adicional que necesita para las siguientes elecciones”, explicó Borda a AP.
Una pieza clave para armar un “frente amplio”, como al que el mandatario ha dicho que aspira, es Armando Benedetti. El nuevo ministro del Interior tiene una experiencia de 20 años como congresista de partidos tradicionales y será quien se relacione con un Congreso en el que el gobierno no tiene mayoría y del que depende la aprobación de reformas —como la laboral o la del sistema de salud— que son las banderas políticas de Petro.
Pero el nuevo ministro, que fue la mano derecha de Petro en la campaña presidencial de 2022 y embajador de Colombia en Venezuela, entre otros cargos, no está exento de críticas. Benedetti ha recibido cuestionamientos por un posible caso de violencia de género, la filtración de audios en los que sugiere una presunta financiación irregular de la campaña presidencial y la acusación de la Corte Suprema en un presunto caso de corrupción. Él ha dicho que es inocente y que lo demostrará ante los tribunales.