HOMESTEAD, Fla. – Jonathan Osbun, un bombero retirado de la ciudad de Nueva York, organizó una protesta en el sur de Miami-Dade en contra de las deportaciones masivas.
Osbun marchó el viernes en Homestead junto a una docena de personas en una de las pocas regiones de EE.UU. con producción agrícola de frutas, vegetales y plantas ornamentales durante el invierno.
Cada año, trabajadores agrícolas migrantes y temporales viajan y trabajan en la zona. Según Osbun, muchos de ellos temen a las autoridades locales y federales.
“El problema aquí con la violencia doméstica es que muchas familias no quieren presentar cargos porque tienen miedo de ser deportadas”, dijo Osbun.
Los manifestantes llevaban pancartas en inglés y español con mensajes como “No muerdas la mano que te da de comer”, “El odio nunca hizo grande a EE.UU.” y “MAGA: Los mexicanos no se van a ninguna parte”.
Nicole Lozoya, quien protestaba frente al ayuntamiento, dijo que las nuevas políticas migratorias han provocado que muchas familias vivan con el miedo de ser separadas en cualquier momento.
“Es una locura cómo en un día puedes estar con tu familia y al siguiente ya no”, comentó Lozoya.
Estayzi Zabaleta y Josefa Bocanegra, también manifestantes, señalaron que muchas personas indocumentadas o aquellas que pronto perderán su Estatus de Protección Temporal (TPS) tenían demasiado miedo de unirse a la protesta.
“No merecen ser tratados así, como basura”, afirmó Bocanegra.
El viernes, el gobernador Ron DeSantis anunció que ordenó a la Patrulla de Carreteras de Florida colaborar en la ejecución de las deportaciones masivas del expresidente Donald Trump, bajo un nuevo acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que incluye entrenamiento con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según la Oficina Federal de Prisiones, una división del Departamento de Justicia, las prisiones federales ya están “albergando detenidos” para el DHS.
Trump también anunció recientemente que el Ejército de EE.UU. ayudará a mantener a los detenidos del DHS en una instalación de detención en la Bahía de Guantánamo.
Además, su administración estaba considerando la posibilidad de llegar a un acuerdo con El Salvador para albergar a los detenidos en una prisión en ese país.