BOCA DEL RÍO – BOCA DEL RIO, MéUna startup en México está intentando ayudar a controlar el problema de los residuos plásticos en una ciudad de la costa del Golfo convirtiéndolos en gasolina, diésel y otros combustibles.
Con menos del 10% de los plásticos del mundo reciclados, la idea de Petgas es que, en lugar de permitir que estos desechos se conviertan en residuos, puedan volver a ser productivos como combustible.
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Petgas desarrolló una máquina en la ciudad portuaria de Boca del Río que utiliza la pirólisis, un proceso termodinámico que calienta los plásticos en ausencia de oxígeno, descomponiéndolos para producir gasolina, diésel, queroseno, parafina y coque.
En una semana, la máquina puede procesar 1,5 toneladas de plásticos y producir 1.350 litros (356 galones) de combustible, explicó Carlos Parraguirre Díaz, director de tecnología de Petgas.
El proceso requiere propano para iniciar el calentamiento, pero una vez que comienza la pirólisis, el gas que produce se utiliza para mantenerla en funcionamiento, según la compañía. Y aunque el uso del combustible que produce genera emisiones de dióxido de carbono, la empresa afirma que su impacto neto es menor que el de otros similares porque este tiene menos azufre.
Parraguirre Díaz señaló que su iniciativa demuestra que se puede transformar el plástico en un producto útil y con un alto valor en la economía mundial.
"En lugar de tener un vertedero, es como si excaváramos en la tierra y encontráramos hidrocarburos que pueden ser utilizados por nuestra comunidad”, afirmó.
La producción mundial de plásticos, que ya supera los 400 millones de toneladas anuales, podría aumentar un 70% para 2040 si no se producen cambios en las políticas, de acuerdo con Naciones Unidas. China fue, con diferencia, el mayor exportador de productos plásticos en 2023, seguido de Alemania y Estados Unidos.
Muchos plásticos se utilizan para empaques. Todos los días, se vierte el equivalente a 2.000 camiones de basura llenos de plástico en los océanos, ríos y lagos del mundo.
Las negociaciones para un tratado que acabe con la contaminación por plásticos concluyeron en diciembre en Busan, Corea del Sur, sin llegar a un acuerdo. Se suponía que esa sería la quinta y última ronda para elaborar el primer tratado legalmente vinculante sobre este tipo de polución, incluyendo en los océanos, para finales de 2024.
Petgas concibe una economía circular donde el plástico ya no sea un residuo, sino un recurso para la producción de energía.
Para ello, ha organizado campañas de recolección de plásticos para retirar botellas y otros materiales de las playas de la ciudad. Anima a la población a llevar sus residuos plásticos a un punto de entrega y recibe la mayor parte de su material limpio y triturado de un centro de reciclaje.
Alexa Mendoza, una bióloga especializada en contaminación por plásticos en el mar que no está implicada en el proyecto, dijo que el proyecto de Petgas es una buena iniciativa, pero apenas un “parche” para un problema global de gran envergadura. A partir de este primer paso, con la ayuda de los científicos, se podrían estudiar posibles ajustes para que no se convierta en otra fuente de contaminación, agregó.
Por ahora, Petgas dona el combustible que produce al departamento de bomberos local y a los servicios de reparto de alimentos.
“El futuro es poder llevar realmente la producción a una escala que tenga impacto”, afirmó Parraguirre Díaz.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.