QUITO – El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, se enfrentó el domingo en un debate televisado a siete candidatos de los 16 que criticaron su gestión y que aspiran al poder en las próximas elecciones de febrero. Pero no pudo medirse con su principal rival, Luisa González de la Revolución Ciudadana, debido al formato de la contienda con dos turnos separados.
Noboa, que participó en la primera mitad del debate —el único que habrá antes de los comicios del 9 de febrero—, fue cuestionado por no cumplir sus promesas en materia de seguridad, como la construcción de cárceles, o por los racionamientos de luz de hasta 14 horas por varios meses por una crisis energética profunda en Ecuador.
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“Nada se resuelve en un año”, defendió Noboa en el bloque temático sobre seguridad y crimen, el que más expectativas genera en los ecuatorianos, ante la creciente espiral de violencia que mantiene atemorizada a la sociedad víctima de delitos como asesinato, extorsión, secuestro y asaltos. El año pasado se registraron casi 7.000 crímenes a causa de, según la policía, enfrentamientos entre bandas relacionadas con el narcotráfico.
El corto tiempo de cada intervención, pese a que el debate se extendió más de 40 minutos sobre las tres horas previstas, impidió que las críticas al presidente tuvieran mayor impacto, así como que todos los candidatos ahondaran en sus propuestas. Para varios de los postulantes, hasta ahora prácticamente desconocidos, el debate se planteaba como un escaparate en el que darse a conocer.
También por el formato, Noboa se quedó sin confrontar a Luisa González, candidata apadrinada por el expresidente Rafael Correa y del partido de izquierda Revolución Ciudadana, ya que hubo ocho candidatos en un primer turno y otros ocho en una segunda tanda.
Entre Noboa y González, suman más del 70% de la intención de voto, según las últimas encuestas. Los demás rondan el 2% cada uno.
La profesora y analista de la Universidad de las Américas, María Cristina Bayas, aseguró en declaraciones a The Associated Press que los candidatos “destacados en la intención de voto, no destacaron en el debate" y cuestionó que el espacio televisado se convirtió en una exposición de conceptos generales que “de algo sirve a los ecuatorianos”.
El analista y docente de la universidad Andina, Gustavo Isch, en declaraciones a la AP, expresó que “los oponentes del presidente estuvieron flojos, sin cuestionamientos poderosos, y se enfocaron a ubicar a Noboa como el blanco de sus ataques”. Sobre el papel de Noboa, señaló que “no se defendió como debió hacerlo, como le correspondía en su rol de presidente-candidato”.
Entre seguridad, economía e institucionalidad, en la primera hora y media hubo una gran variedad de ofertas de campaña. Se propuso elevar sueldos, bajar impuestos, crear hasta medio millón de empleos en pocos meses o proyectos de generación eléctrica de origen nuclear, pero los candidatos apenas lograron mencionarlas como generalidades, debido a los pocos segundos de los que disponían.
En la primera intervención de Noboa, cuando debía presentarse ante los ecuatorianos, precisó que estaba cumpliendo su “deber de trabajar con ustedes para que el pasado no vuelva”.
Sobre la seguridad en el país, el mandatario defendió que se han reducido un 15% las muertes violentas y un 25% los feminicidios". Además, dijo estar “de acuerdo que los menores de edad sean procesados desde los 15 años, pero tenemos que trabajar como Estado, como lo estamos haciendo”.
Noboa decretó el estado de conflicto interno en Ecuador al inicio de su mandato para movilizar a militares a funciones de seguridad interna como el control de las calles y de las cárceles.
Siguiendo el esquema propuesto por el Consejo Nacional Electoral, Noboa preguntó acerca de las cárceles y el narcotráfico al postulante Henry Cucalón, exministro de Gobierno en el mandato anterior de Guillermo Lasso. Este respondió cuestionando que el ahora presidente no ha realizado muchas de sus ofertas, entre ellas, contratar cárceles flotantes.
En la segunda parte del debate, además de Noboa, Luisa González se convirtió en blanco de repetidos ataques con señalamientos de corrupción y un sonado caso de presunto tráfico de droga a través de la valija diplomática de la Cancillería, de la época de gobierno de Correa.
Ella respondió que priorizará tener instituciones fuertes en el país, coordinación entre funciones del Estado y utilizar la tecnología para la “depuración de malos elementos” en el servicio público, además de hacer un seguimiento de jueces y fiscales que han usado dineros ilícitos.
González también criticó al presidente Noboa y planteó en su gestión evitará “que el ciudadano sea aplastado por el que más plata tiene”. Recalcó, además, que “hubo sequía en Perú y Colombia y no hubo apagones, porque tuvieron gobiernos eficientes que supieron manejarlo contrario a lo que pasó en Ecuador”.
Al ser consultada en repetidas ocasiones, eludió pronunciarse sobre si extraditaría al líder histórico de su partido, el exmandatario Correa, con varias sentencias judiciales por corrupción en Ecuador, y si liberaría al expresidente Jorge Glas, en prisión también por corrupción y cuya detención supuso la ruptura de relaciones de Ecuador con México. Previamente, González los había defendido en campaña.
Leónidas Iza, candidato indígena de Pachakutik y líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, la mayor del país, aseguró que la seguridad no es “un problema sólo de jueces y fiscales" sino “un problema estructural”. Ofreció no perseguir “sólo a los soldaditos de la mafia”, sino tras sus jefes.
En el área de eficiencia del Estado y servicio públicos, el segundo tema del debate, los candidatos se refirieron a la reciente crisis eléctrica con cortes de hasta 14 horas diarias por varios meses. La propuesta más recurrente era la de concesionar nuevos proyectos, incluso mediante la energía nuclear, a la inversión privada.
El expresidente de la Asamblea y candidato del Partido Social Cristiano, Henry Kronfle aseguró que además revisará los precios de todos los servicios básicos “a la baja”, y acusó al Estado de ser “un lagarto que traga impuestos y no da servicios”.
En este tema, Noboa señaló que no subirá los servicios básicos al pueblo y que sus oponentes exhiben un “total desconocimiento” acerca de la situación del Estado y de lo realizado por su gobierno para generar más energía, tanto térmica como hidroeléctrica.
Noboa, millonario de 38 años, llegó sorpresivamente al poder a finales del año pasado, cuando los ecuatorianos eligieron al reemplazo del entonces mandatario Guillermo Lasso, quien disolvió la Asamblea y acortó su propio mandato para evitar una crisis política interna. González se presenta por segunda vez a las elecciones presidenciales y perdió el año pasado ante el actual gobernante.
El esquema del debate “no permite una exposición adecuada ante los ecuatorianos de los temas nacionales, ni en profundidad ni en tiempo”, dijo a The Associated Press, el ex presidente del Consejo Nacional Electoral, Carlos Aguinaga, quien consideró que este tipo de contienda televisada es más bien “parte del romanticismo latinoamericano” y no tiene mayor incidencia “en las preferencias de voto ni para conocer a los candidatos y sus propuestas”.
En las elecciones de febrero, a las cuales están convocados 13,7 millones de ciudadanos, los ecuatorianos deben escoger al gobernante para el período 2025-2029. Si uno de los aspirantes consigue la mayoría absoluta en primera vuelta —el 50% de los votos más uno— o cosecha un 40% de respaldo y aventaja al segundo en 10 puntos, ganará las elecciones. En caso contrario, se tiene previsto un balotaje en abril.