LA PAZ – Con menos pompa que otros años y sin la presencia del mayor sindicato cocalero, el presidente de Bolivia Luis Arce celebró el sábado el Día del Masticado de Coca saboreando unas hojas y bailando danzas folclóricas junto a cultivadores de esa planta ancestral considerada sagrada por las culturas andinas del país.
El mandatario mandó a instalar una tarima en la plaza frente a la casa de gobierno para recibir al otro sindicato de cultivadores del norte de La Paz y socializar con sindicatos indígenas que apoyan su administración en momentos en que su partido afronta una feroz lucha interna con su mentor político y antecesor, el expresidente Evo Morales, por el liderazgo y control del aparato partidario de cara a las elecciones presidenciales de agosto.
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El exmandatario no solo estuvo ausente de la celebración por segundo año sino que tampoco envió mensajes como suele hacer en sus redes sociales. Morales es presidente del mayor sindicato cocalero desde donde saltó a la política en los años de 1990 y ahora está recluido en su feudo del Chapare, en el centro de Bolivia, protegido por los cocaleros desde que la fiscalía le inició una investigación por el presunto abuso de una menor cuando era mandatario (2006-2019). El político de 65 años acusa a Arce de un “contubernio” con jueces para sacarlo de la carrera electoral.
“Nuestro gobierno reivindica la coca porque es un símbolo cultural, representa nuestra identidad y soberanía, tiene un valor medicinal y ritual y es un factor de cohesión social”, destacó Arce.
Cada 11 de enero Bolivia celebra el Día del Masticado de Coca en honor a que ese día en 2013, Morales, entonces presidente del país, logró que la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes reconociera que la masticación es una práctica ancestral en Bolivia. Ese protocolo considera a la coca como estupefaciente.
Consumida en su estado natural la hoja de coca tiene propiedades medicinales y desde las culturas precolombinas tiene también usos rituales. “Permite una conexión espiritual con la Pachamama (Madre tierra)”, dijo en la ocasión el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, de origen aymara.
El gobierno de Arce emprendió gestiones con apoyo de gobierno de Colombia para que la Organización Mundial de Salud (OMS) estudie las propiedades medicinales y nutritivas de la planta como paso previo para lograr la despenalización.
En Bolivia el cultivo de hoja es legal hasta 22.000 hectáreas para usos legales pero hay cerca de 30.000 hectáreas y los excedentes son desviados a la fabricación de cocaína de la que el país es tercer productor mundial después de Colombia y Perú.
La fecha antes era recordada en todo el país, pero la celebración ha ido perdiendo fuerza en los últimos años. Los intentos de Morales y de Arce por industrializar la planta para obtener productos lícitos de la coca no han logrado los resultados esperados.