LOS ÁNGELES – Los bomberos luchaban desde la madrugada del jueves para controlar una serie de grandes incendios en el área de Los Ángeles, en los que murieron cinco personas, varias comunidades desde la costa del Pacífico hasta Pasadena quedaron devastadas, y miles de personas huyeron frenéticamente de sus hogares.
Los feroces vientos que impulsaron las llamas y provocaron caóticas evacuaciones han amainado un poco y no se esperaba que fueran tan poderosos durante el día. Eso podría brindar una oportunidad para que los bomberos avancen en el control de los incendios que se han propagado en la extensa región, entre ellos, los grandes fuegos en Pacific Palisades y Altadena.
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El incendio más reciente se desató el miércoles por la noche en las colinas de Hollywood, acercándose al corazón de la ciudad y a la base de su industria del entretenimiento, y poniendo en alerta a los vecindarios densamente poblados en condiciones excepcionalmente ventosas y secas. Pero a tan solo unos 1,6 kilómetros (cerca de una milla), las calles que rodean el Paseo de la Fama de Hollywood, el Teatro Chino de Grauman y el museo Madame Tussauds estaban llenas de gente, y los curiosos usaban sus teléfonos para grabar videos de las colinas en llamas.
En pocas horas, los bomberos lograron grandes avances en el control del incendio Sunset en las colinas. El capitán Erik Scott, del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, dijo que pudieron mantener el fuego bajo control porque “lo atacamos duro y rápido, y hoy la madre naturaleza fue un poco más amable con nosotros que ayer”.
Un día antes, los vientos huracanados lanzaron ascuas por el aire, incendiando una manzana tras otra en el vecindario costero de Pacific Palisades, así como en Altadena, una comunidad cerca de Pasadena que está a unos 40 kilómetros (25 millas) al este. Las aeronaves tuvieron que mantenerse en tierra por un tiempo debido a los vientos, lo que dificultó los esfuerzos para extinguir el fuego.
Casi 2.000 hogares, negocios y otras estructuras han quedado destruidos en esos incendios —denominados incendios de Palisades y Eaton— y se espera que la cifra aumente. Las cinco muertes registradas hasta ahora fueron causadas por el incendio de Eaton.
Unas 130.000 personas han sido puestas bajo órdenes de evacuación, ya que los incendios han consumido cerca de 108 kilómetros cuadrados (unas 42 millas cuadradas), casi la superficie total de la ciudad de San Francisco. El incendio de Palisades es ya el más destructivo en la historia de Los Ángeles.
Mientras las llamas avanzaban por su vecindario, José Velásquez rociaba con agua la vivienda de su familia en Altadena mientras las brasas caían sobre el tejado. Logró salvar su hogar, que también alberga el negocio familiar de venta de churros. Otros no tuvieron tanta suerte. Muchos de sus vecinos estaban en el trabajo cuando se quedaron sin casa.
“Así que tuvimos que llamar a algunas personas y recibimos mensajes preguntando si su casa aún estaba en pie”, contó. “Tuvimos que decirles que no”.
En Pasadena, el jefe de los bomberos, Chad Augustin, dijo que el sistema de agua municipal estaba sobrecargado y los cortes de energía causaban más obstáculos, pero aún sin esos problemas, no habrían podido detener el fuego debido a los intensos vientos que avivaban las llamas.
“Esas erráticas ráfagas de viento lanzaban brasas varios kilómetros (millas) por delante del fuego”, explicó.
El alcance de la destrucción se veía claramente al comparar imágenes de satélite antes y después del fuego.
Una franja de unas 250 viviendas en vecindario de Altadena, salpicada por las verdes copas de árboles frondosos y piscinas de color aguamarina, quedó reducida a escombros. Sólo unas cuantas viviendas permanecieron en pie, y algunas aún estaban en llamas, según imágenes de Maxar Technologies. En una fila de unas 70 viviendas situadas una junto a la otra con vista al océano Pacífico en Malibú, menos de 10 parecían haber quedado intactas.
En Pacific Palisades, un área situada en una ladera a lo largo de la costa donde se sitúan muchas casas de famosos, manzana tras manzana de casas al estilo Misión de California y bungalós quedaron reducidas apenas a restos carbonizados. Un enrejado de hierro ornamental envolvía el armazón humeante de una casa. Las piscinas estaban cubiertas de hollín y los autos deportivos se desplomaban sobre neumáticos derretidos.
Más de media docena de escuelas de la zona resultaron dañadas o destruidas, y la UCLA canceló las clases esta semana.
Otro incendio alcanzó a Sylmar, una zona de clase media y trabajadora en la orilla norte del Valle de San Fernando, donde han ocurrido muchos incendios devastadores.
El rápido avance de las llamas dejó poco tiempo para huir
Los principales incendios crecieron rápidamente en áreas muy diferentes que, sin embargo, tenían dos cosas en común: calles densamente pobladas de hogares en sitios llenos de vegetación y propensos a arder en condiciones secas.
Las llamas avanzaron con tanta rapidez que muchas personas apenas tuvieron tiempo de escapar. Los policías se refugiaron dentro de sus coches patrulla y los habitantes de una residencia de ancianos fueron trasladados en sillas de ruedas y camas de hospital por una calle hacia un lugar más seguro.
En la carrera por salir de Pacific Palisades, las carreteras se volvieron intransitables cuando decenas de personas abandonaron sus vehículos y huyeron a pie.
Actores pierden sus hogares
Las llamas avanzaron hacia vecindarios muy poblados y acaudalados, como Calabasas y Santa Mónica, hogar de los ricos y famosos de California.
Mandy Moore, Cary Elwes y Paris Hilton fueron algunas de las celebridades que perdieron sus casas. Billy Crystal y su esposa Janice se quedaron sin la vivienda que habían ocupado durante 45 años a causa del incendio de Palisades.
“Criamos a nuestros hijos y nietos aquí. Cada centímetro de nuestra casa estaba lleno de amor. Hermosos recuerdos que no pueden ser arrebatados”, escribieron los Crystal en un comunicado.
En Palisades Village, la biblioteca pública, dos grandes tiendas de comestibles, un par de bancos y varias boutiques quedaron destruidos.
“Es realmente extraño volver a un lugar que ya no existe”, dijo Dylan Vincent, quien regresó al vecindario para recuperar algunos artículos y vio que su escuela primaria había quedado destruida y que manzanas enteras quedaron arrasadas.
Temperaturas más altas y menos lluvias prolongan la temporada de incendios
La temporada de incendios en California comenzó antes y terminará más tarde debido al aumento de las temperaturas y a la disminución de las lluvias, todo ello provocado por el cambio climático, según datos recientes. Las lluvias que generalmente ponen fin a esta temporada suelen demorarse, lo que significa que los fuegos pueden arder durante los meses de invierno, dijo la Asociación de Jefes de Bomberos del Oeste.
Los vientos secos, incluidos los famosos vientos de Santa Ana, han contribuido a que haya temperaturas más cálidas de lo normal en el sur de California, que no ha visto más de 0,25 centímetros (0,1 pulgadas) de lluvia desde principios de mayo.
Los vientos aumentaron a 129 km/h (80 mph) el miércoles, según informes recibidos por el Servicio Meteorológico Nacional. Las condiciones propicias para incendios podrían durar hasta el viernes, pero se esperaba que las velocidades del viento fueran menores el jueves.
Arden lugares emblemáticos y se suspenden producciones
El presidente Joe Biden firmó una declaración de emergencia federal tras visitar una estación de bomberos en Santa Mónica para una sesión informativa con el gobernador Gavin Newsom, quien movilizó a efectivos de la Guardia Nacional para ayudar.
Varios estudios de Hollywood suspendieron sus producciones, y Universal Studios cerró su parque temático ubicado entre Pasadena y Pacific Palisades.
Hasta la mañana del jueves, más de 250.000 personas estaban sin electricidad en el sur de California, según la web de seguimiento PowerOutage.us.
Varios lugares emblemáticos del sur de California sufrieron daños considerables, como el Reel Inn de Malibú, un restaurante de mariscos. Su propietaria, Teddy Leonard, y su esposo, esperan reconstruirlo.
“Cuando miras el panorama general de las cosas, mientras tu familia esté bien y todos estén vivos, lo demás es ganancia, ¿verdad?”, dijo.
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Golden informó desde Seattle y Watson desde San Diego. Los periodistas de The Associated Press Christopher Weber y Eugene Garcia en Los Ángeles, Ethan Swope en Pasadena, California, John Seewer en Toledo, Ohio, Heather Hollingsworth en Mission, Kansas, Jeff Martin en Atlanta, Janie Har en San Francisco, Brian Melley en Londres, Kathy McCormack en Concord, Nueva Hampshire, Sarah Brumfield en Cockeysville, Maryland, y Tammy Webber en Detroit contribuyeron a este despacho.