HALLANDALE BEACH, Fla. – Una mujer de 27 años disparó y mató a su esposo de 34 años antes de quitarse la vida el miércoles en un edificio de gran altura en Hallandale Beach, informó la policía este viernes.
Albana Krasniqi escribió en Facebook que su cuñada le disparó cinco veces en el pecho a su hermano menor en la víspera del Día de Acción de Gracias. Según el Departamento de Policía de Hallandale Beach, las víctimas fueron identificadas como Sabrina Dzaferovic, también conocida como Sabrina Krasniqi, y su esposo Pajtim Krasniqi.
“Ella traicionó su amor y su confianza. Destruyó a mi familia. Mis hermanos y yo nunca seremos los mismos. Estoy aterrada de que mi madre no se recupere jamás,” escribió la desconsolada mujer el jueves.
El crimen ocurrió en el apartamento 4508, ubicado en 1830 South Ocean Drive. Un sistema Shot Spotter registró cinco disparos consecutivos, una breve pausa y un sexto disparo.
Imágenes aéreas del apartamento con vista al mar mostraron una caja en forma de corazón con rosas y un oso de peluche. En el balcón, un cuerpo estaba cubierto por una lona amarilla.
La familia Krasniqi tiene vínculos con Nueva York y con Peja, Kosovo, donde la noticia del asesinato-suicidio también llegó a los titulares en albanés.
Emitieron el siguiente comunicado a Local 10 News el viernes por la noche:
Mi hermano Pajtim era un hermano, hijo, tío y amigo devoto.
Tenía un amor por la vida que pocos podrían siquiera esperar replicar.
Era un luchador. Fue una de las personas mentalmente más fuertes que he tenido el privilegio de conocer. Después de sufrir un devastador accidente de motocicleta en 2018, decidió no permitir que los médicos amputaran su pierna, a pesar de que toda la evidencia apuntaba a que era el mejor camino a seguir. Con pleno conocimiento de que salvar su pierna implicaría múltiples cirugías, dolor y largos períodos de recuperación, enfrentó el desafío de frente. Además, desobedeció las órdenes de los médicos y se negó a tomar medicamentos para el dolor durante cada una de sus recuperaciones, ya que no quería volverse adicto a ellos.
Enfrentando probabilidades inimaginables y, a pesar de esas múltiples cirugías y largos tiempos de curación, nunca se quejó. Nunca tuvo actitudes negativas. Aceptó todo con fortaleza. Su fuerza y determinación eran contagiosas para quienes lo conocimos y serán para siempre una fuente de orgullo y fortaleza para nuestra familia.
Amaba a sus sobrinas y sobrinos como nadie. Nos da una gran alegría recordarlo sonriendo, riendo y jugando con los niños. Siempre era el primero en querer llevarlos por un helado, invitarlos al cine o simplemente jugar en casa.
La familia Krasniqi
Un vecino y amigo de Pajtim Krasniqi, quien pidió permanecer en el anonimato, habló con Samiar Nefzi de Local 10 News.
“Cada vez que los veía o estaban en la piscina, parecía que todo estaba bien,” comentó. “Lo conocí aquí en la comunidad. Era una gran persona. Fue muy devastador lo que pasó. Todos están en shock.”