WASHINGTON – Un dividido Estados Unidos sopesaba el martes una elección crucial para el futuro de la nación, al final de una campaña presidencial marcada por el tumulto y la discordia.
Los votantes decidirán si envían al republicano Donald Trump de regreso a la Casa Blanca o si elevan a la vicepresidenta Kamala Harris al Despacho Oval. Las casillas de votación cerraron en Georgia, uno de los estados más reñidos que podrían decidir la elección, junto con un puñado de otros estados.
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El día de la elección, decenas de millones de estadounidenses agregaban sus votos a los 84 millones emitidos de manera anticipada mientras elegían entre dos candidatos con temperamentos y visiones completamente distintos para el país.
Trump y Harris tuvieron sus primeras victorias en estados confiablemente republicanos y demócratas, respectivamente. Trump ganó Kentucky e Indiana, mientras que Harris se llevó Vermont.
La economía y la inmigración son los principales problemas que enfrenta el país, dijeron los votantes, pero el futuro de la democracia también fue uno de los principales motivadores para muchos estadounidenses que emitieron su voto en la elección presidencial del martes. AP VoteCast, una encuesta de más de 110.000 votantes en todo el país, encontró un país sumido en la negatividad y desesperado por un cambio.
Aquellos que votaron el día de las elecciones en su mayoría encontraron un proceso fluido en todo el país, con informes aislados de contratiempos que regularmente ocurren, incluyendo largas filas, problemas técnicos y errores en la impresión de boletas.
Harris ha prometido trabajar en todos los sectores para atender las preocupaciones económicas y otros temas sin desviarse por completo del plan que trazó el presidente Joe Biden. Trump, por su parte, ha prometido reemplazar a miles trabajadores federales con simpatizantes, imponer aranceles tanto a países aliados como a adversarios, y llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos.
Harris y Trump llegaron al día de las elecciones centrados en siete estados indefinidos, cinco de los cuales ganó Trump en 2016 antes de que se inclinaran por Biden en 2020: el llamado “muro azul” — compuesto por Pensilvania, Michigan y Wisconsin—, así como Arizona y Georgia.
Nevada y Carolina del Norte, donde demócratas y republicanos ganaron respectivamente en las últimas dos elecciones, también estaban muy disputados. Trump votó en Palm Beach, Florida, cerca de su club Mar-a-Lago, y dijo después que se sentía “muy confiado”. Harris, la vicepresidenta demócrata, hizo entrevistas en radio en los estados en disputa, luego visitó la sede del Comité Nacional Demócrata en Washington llevando una caja de Doritos, su bocadillo favorito.
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Los periodistas de The Associated Press Jill Colvin en Palm Beach, Florida; Darlene Superville y Eric Tucker, en Washington; Manuel Valdes en Las Vegas, y Marc Levy en Allentown, Pensilvania, contribuyeron a este despacho.