LA HABANA – Mientras el occidente de Cuba se preparaba ante el avance de la tormenta tropical Rafael que podría convertirse en huracán esta semana en su ruta por el Caribe, unas 37.000 personas permanecían evacuadas en el oriente de la isla debido al mal tiempo.
La complicada situación meteorológica tiene lugar luego de los desastres ocasionados por el ciclón Oscar a mediados de octubre que golpeó duramente la oriental provincia de Guantánamo y un apagón en toda la isla caribeña debido a un colapso del sistema energético nacional.
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El Instituto de Meteorología de Cuba informó el lunes que en la madrugada un área de bajas presiones en el mar Caribe -–al sur de Jamaica— se había convertido en la depresión tropical número 18 con vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora. Por la tarde, el Centro Nacional de Huracanes de Florida reportó que el fenómeno se había intensificado, convirtiéndose en tormenta tropical Rafael.
La tormenta estaba a unos 500 kilómetros de Cuba, con una velocidad de traslación de 15 kilómetros por hora y a unos 250 kilómetros de Kingston Jamaica, según los expertos.
Mientras tanto, el Consejo de la Defensa Provincial de Guantánamo informó a medios de prensa oficiales que unas 37.474 personas permanecían evacuadas –el sábado se habían reportado 66.000— el lunes debido a lluvias torrenciales y chubascos en esa zona del país golpeada por el ciclón Oscar.
Oscar que tocó tierra cubana el 20 de octubre dejó al menos ocho muertos –no se actualizó la situación de dos desaparecidos--, unas 12.000 casas dañadas, sembradíos de café y plátanos por el piso, así como carreteras y puentes intransitables. Además, provocó el anegamiento de poblados sorprendidos por el desborde de ríos que afectó especialmente las localidades de Maisí, Baracoa, San Antonio del Sur e Imías.
Las autoridades no dieron un cálculo de las pérdidas monetarias del paso de Oscar, pero dijeron que unas 156.000 personas habían sido afectadas de alguna manera. Sin embargo, el fin de semana se produjeron nuevos aguaceros debido a vaguada al norte de Haití que llegan a unos suelos ya saturados de agua.
En la otra punta del país, el coronel Noel Lozano, de la Defensa Civil en la occidental provincia de Pinar del Río, estimó en unas 21.000 personas las que potencialmente tendrían que ser evacuadas en ese territorio debido a la flamante tormenta que avanza y que podría convertirse en un nuevo ciclón entre martes y miércoles. Las poblaciones costeras y bajas son especialmente vulnerables.
El lunes, ante la evidencia del avance de este nuevo fenómeno climático la Defensa Civil estableció una “Fase de Alerta” o sea un llamado para que la población esté atenta o tome recaudos en las provincias Matanzas, Mayabeque, La Habana, Artemisa y Pinar del Río y el municipio especial Isla de la Juventud, ante la posibilidad de ser golpeados por un huracán
Además, se suspendieron las actividades docentes en Holguín hasta el 11 de noviembre y se cancelaron la circulación de algunos trenes desde el martes.
Mientras, el presidente y la vicepresidenta del Consejo de Defensa Provincial en La Habana, Liván Izquierdo y Yanet Hernández Pérez, recorrieron algunos de los puntos bajos de la capital —la ciudad más grande de la isla con unos dos millones de habitantes— que podrían sufrir inundaciones, como los municipios de Plaza de la Revolución, donde se encuentra el Malecón, Playa y Cerro.