A principios de octubre, discutimos lo que anticipábamos sería una transición formal a la estación seca en el sur de Florida a mediados de mes. Como detallamos, el esperado cambio de la temporada de lluvias a la temporada seca en el sur de Florida no solo es beneficioso para nosotros en el sur de Florida, sino que también es un hito importante para todos los estadounidenses que viven al inicio del corredor de huracanes.
Históricamente, en 9 de las 10 temporadas de huracanes en los últimos más de 60 años, el último huracán que ha tocado tierra en EE.UU. lo ha hecho antes del inicio de la temporada seca en el sur de Florida.
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Esta semana vemos por qué el clima más seco y (marginalmente) más fresco en el sur de Florida es un paso importante para finalmente disminuir la amenaza de huracanes del mes pasado.
Invest 94L pasará cerca o al norte de las islas a partir del viernes
Invest 94L, un área bien definida de baja presión que se mueve a través del Atlántico central, tiene una modesta posibilidad de desarrollo mientras avanza hacia el oeste hacia las islas del norte del Caribe a finales de esta semana y durante el fin de semana.
El sistema ya tiene una circulación decente, pero el aire seco ha limitado la extensión y organización de las tormentas eléctricas. A medida que se mueve hacia un entorno más rico en humedad y termodinámicamente robusto (una región de aire cargado de humedad tropical y aguas más cálidas) el jueves y viernes, es probable que veamos un intento más concertado de desarrollo.
No se necesitaría mucho en términos de organización para que se forme una depresión tropical o la Tormenta Tropical Nadine en los próximos días.
¿Podría 94L o la futura Nadine amenazar el territorio continental de EE.UU.?
Aquí es donde entra en juego el talón de Aquiles de la temporada seca del sur de Florida. El aire más fresco y seco que acompaña a los frentes fríos que atraviesan el sur de Florida también aumenta la cizalladura del viento a lo largo de las costas de EE.UU. tras grandes pasajes frontales otoñales.
Además, las inmersiones de la corriente en chorro que acompañan los pasajes frontales en Florida ayudan a desviar los sistemas que se aproximan, especialmente aquellos que se acercan desde el Atlántico como 94L, lejos de EE.UU.
Esto es lo que esperamos para 94L o la futura Nadine. A medida que se acerque al Atlántico occidental el domingo hasta el lunes, ya sea cerca o sobre Haití y la República Dominicana, frenará en seco al encontrarse con el frente que llega al Caribe y aguas del Atlántico occidental.
Los modelos sugieren dos resultados: se sumerge hacia el sur y el oeste y se debilita ante la hostil cizalladura del viento, o es lanzado rápidamente al noreste y lejos del territorio continental de EE.UU. En ambos casos, los estados se libran de cualquier amenaza.
Dicho esto, necesitaremos monitorear las tendencias para Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los EE.UU. esta semana, principalmente por la posibilidad de lluvias intensas si 94L o lo que se derive de él pasa cerca de los territorios estadounidenses. El sistema también podría representar una amenaza de inundaciones para Haití y la República Dominicana a principios de la próxima semana si se detiene o ralentiza sobre estas áreas insulares.
Perturbación del Caribe occidental rápidamente sepultada en Centroamérica
Una perturbación que forma parte del Giro Centroamericano más amplio ha sido marcada por el NHC con bajas probabilidades de desarrollo en el próximo día o dos. En general, los modelos son tibios respecto a la formación de algo y mantienen el área de baja presión amplia, con un tiempo limitado para el desarrollo antes de que las tormentas se muevan tierra adentro a través de Centroamérica.
Independientemente, el resultado será lluvias intensas y probablemente problemas de inundaciones para partes del norte de Honduras, Guatemala y Belice hacia el fin de semana.
