MIAMI, Fla. – Kadel Piedrahita volvió al estrado el viernes mientras enfrentaba el juicio por el asesinato de un ciclista en 2019 en la Calzada de Rickenbacker.
El fiscal Arvind Singh interrogó a Piedrahita, quien testificó en su propia defensa por el cargo de asesinato en segundo grado. También enfrenta un cargo de asalto agravado con arma de fuego por amenazar a otro ciclista, según los fiscales.
Singh intentó desacreditar el testimonio de Piedrahita ante los jurados, en el cual afirmó que disparó al ciclista Alexis Palencia en la Calzada de Rickenbacker el 14 de agosto de 2019 en defensa propia. Parece que ambos ya tenían conflictos previos.
Un video de selfie enojado publicado por el acusado en Facebook días antes del tiroteo lo muestra arremetiendo contra Palencia.
Los jurados vieron el video del acusado mientras se acercaba a la víctima en su motocicleta, donde se muestra al acusado pateando los radios de la llanta trasera de la víctima.
Piedrahita dijo al jurado que tres personas, incluido Palencia, lo estaban atacando antes del tiroteo.
El estado presentó fotos de su rostro tomadas horas después del incidente.
“Ese día recibí varios golpes en la cara”, testificó Piedrahita.
En otro video, el estado mostró que uno de los hombres que Piedrahita afirmó que lo estaba golpeando antes del tiroteo en realidad se estaba acercando en bicicleta después del tiroteo.
En el contrainterrogatorio, la defensa trató de redirigir la atención de los jurados hacia su versión del caso, y Piedrahita dijo que no estaba intentando patear la llanta de la víctima, sino que perdió el equilibrio.
Más tarde, después de que los jurados abandonaron la sala, el juez no se anduvo con rodeos al negar una solicitud de la defensa para llamar nuevamente a un testigo relacionado con una afirmación hecha por su cliente el día anterior, donde decía que la víctima podría haber estado armada.
“He estado manejando este caso desde 2019. ¿Ha tenido, qué, cuatro abogados? Entonces, ustedes son el quinto equipo de abogados. Conduje la audiencia Arthur, y nunca durante este periodo nadie, incluido su cliente, mencionó jamás que había un arma”, dijo el juez. “Aparentemente, era un arma invisible porque él es el único que la vio. Ningún otro testigo ha testificado en los últimos cinco años sobre haber visto esa arma. Es como si mágicamente hubiera aparecido”.
El juez añadió: “Nunca se encontró ningún arma de fuego por parte de nadie involucrado en esta investigación, incluidos oficiales, detectives o cualquier otra persona que proporcionó declaraciones sobre esa misteriosa arma”.