Asegúrese de tomar una botella de agua adicional y mantenerse hidratado, ya que una vez más se ha emitido un aviso de calor para los condados de Broward y Miami-Dade hasta el martes por la noche.
El Servicio Meteorológico Nacional advierte que se espera que los índices de calor se eleven entre 105 y 109 grados hasta las 6 p.m., lo que representa un riesgo significativo de enfermedades relacionadas con el calor para quienes pasan períodos prolongados al aire libre.
Según la meteoróloga del Local 10, Julie Durda, un viento del suroeste contribuirá a las condiciones sofocantes, pero también ayudará a empujar las tormentas eléctricas de la tarde hacia las áreas metropolitanas y costeras. Esto significa que los residentes deben tener a mano ropa para la lluvia, ya que las tormentas podrían desarrollarse rápidamente y traer fuertes aguaceros.
Durda dijo que se espera que las temperaturas alcancen los 90 grados, lo que se suma al calor agobiante.
Aunque se prevé que se formen chubascos a lo largo de la brisa marina y en las zonas costeras metropolitanas, la cobertura no será tan amplia como lo fue el lunes. Durda dijo que es probable que este patrón continúe el miércoles, por lo que los residentes y visitantes del sur de Florida deben estar preparados para más índices de calor de tres dígitos.
Esta mañana, las temperaturas ya están en los 90 grados en Pembroke Pines y en los 80 grados en Broward, Miami-Dade y los Cayos. A medida que avanza el día, es posible que se desarrollen chubascos al mediodía, pero la cobertura será mínima, lo que significa que las temperaturas seguirán aumentando. Es aconsejable tener a mano ropa de lluvia para chubascos aislados más tarde en el día, aunque la probabilidad de lluvia sigue siendo baja.
Según Durda, el huracán Ernesto todavía está activo, pero se espera que se debilite a medida que se mueve sobre el Atlántico central norte. El aviso meteorológico de las 8 a.m. muestra que corre hacia el noreste a 36 mph.
Aunque hay algunas olas en el Atlántico, el desarrollo es poco probable debido a los fuertes vientos de nivel superior y el polvo saharaui. Se espera que cualquier posible sistema se disipe antes de llegar a tierra.
Las autoridades locales aconsejan a los residentes que tomen precauciones, como permanecer en el interior durante las horas de mayor calor, beber mucha agua y evitar actividades extenuantes al aire libre.