WASHINGTON – Zuny Duarte, la madre del ex líder de Proud Boys, Enrique Tarrio, habló en una conferencia de prensa el jueves en Miami Lakes después de que su hijo fuera sentenciado el martes a 22 años de prisión por orquestar un complot fallido para mantener a Donald Trump en el poder después de que el republicano perdió las elecciones de 2020.
Hablando junto al abogado defensor de su hijo, Nayib Hassan, Duarte dijo que el gobierno ha utilizado a su hijo como un “peón político” y denunció cómo su familia ya había gastado cientos de miles de dólares en honorarios legales para defenderlo contra los cargos de que había tratado de anular violentamente los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Duarte enfatizó que su hijo no estaba en Washington el 6 de enero y afirmó que había salido de la ciudad unos días antes.
También dijo que a pesar de que él era el líder de un grupo neofascista de supremacía blanca, todavía lo llamaba una buena persona.
“Tenemos violadores, asesinos, trata de personas que reciben muy pocos años de sentencia en comparación con los 22 años por los que mi hijo ha sido sentenciado”, dijo. “Siempre ha sido una buena persona, involucrado en la política de la mejor manera, siempre con la policía”.
Tarrio, de 39 años, pidió clemencia antes de que el juez impusiera la pena de prisión que supera las sentencias de 18 años impuestas al fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y al ex líder de Proud Boys, Ethan Nordean, por conspiración sediciosa y otras condenas derivadas de los disturbios del 6 de enero de 2021.
Tarrio, quien lideró el grupo neofacista cuando se convirtió en una fuerza en los círculos republicanos dominantes, bajó la cabeza después de que se impuso la sentencia, luego cuadró los hombros. Levantó la mano e hizo un gesto en “V” con los dedos mientras lo sacaban de la sala del tribunal con un atuendo naranja de la cárcel.
Su sentencia se produce cuando el Departamento de Justicia se prepara para llevar a Trump a juicio en el mismo tribunal de Washington por cargos de que el entonces presidente planeó ilegalmente aferrarse al poder que sabía que había sido despojado por los votantes.
Al levantarse para hablar antes de que se dictara la sentencia, Tarrio calificó el 6 de enero como una “vergüenza nacional” y se disculpó con los policías que defendieron el Capitolio y los legisladores que huyeron por miedo. Su voz se quebró cuando dijo que decepcionó a su familia y prometió que había terminado con la política.
“No soy un fanático político. Infligir daño o cambiar los resultados de las elecciones no era mi objetivo”, dijo Tarrio. “Por favor, muéstrame misericordia”, dijo, y agregó: “Te pido que no me quites mis 40 años”.
El juez federal de distrito Timothy Kelly, quien fue nombrado para el cargo por Trump, dijo que Tarrio estaba motivado por el “celo revolucionario” para liderar la conspiración que resultó en “200 hombres, preparados para la batalla, rodeando el Capitolio”. Al señalar que Tarrio no había mostrado previamente ningún remordimiento públicamente por sus crímenes, el juez dijo que era necesario un castigo severo para disuadir la violencia política futura.
“No puede volver a suceder. No puede volver a suceder”, repitió el juez.
El juez señaló los mensajes de Tarrio animando el ataque al Capitolio y el papel de los Proud Boys en los ataques.
“No se equivoquen”, escribió Tarrio en un mensaje. “Hicimos esto”. En otra publicación, mientras los Proud Boys invadían el Capitolio, Tarrio ordenó: “Haz lo que se debe hacer”. En un chat grupal encriptado de Proud Boys más tarde ese día, alguien preguntó qué debían hacer a continuación. Tarrio respondió: “Hazlo de nuevo”.
Tarrio es el último líder de los Proud Boys condenado por conspiración sediciosa para recibir su castigo. Tres compañeros de Proud Boys declarados culpables por un jurado de Washington del cargo de sedición raramente utilizado fueron sentenciados a penas de prisión de entre 15 y 18 años.
Duarte concluyó la conferencia de prensa del jueves diciendo que Tarrio ya no es miembro de la organización.