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“Es hipocresía”: Ron Magill critica el proyecto de construir un parque acuático en el zoo de Miami

El veterano rostro del zoo dice que habla como ciudadano privado

CONDADO DE MIAMI-DADE, Fla. – Una controvertida decisión se avecina en el Zoo de Miami, ya que los Comisionados están listos para votar a finales de esta semana sobre si ampliar el contrato de arrendamiento para el parque Miami Wilds, y la cara humana más conocida del zoológico está dando el raro paso de denunciar públicamente el plan.

Ron Magill, director de comunicaciones del zoo de Miami, ha declarado que, como ciudadano privado, no puede apoyar el parque.

Esencialmente, debido a una demanda federal, el condado tiene que modificar su contrato de arrendamiento con Miami Wilds, pero los ecologistas, como Magill, quieren que se deseche todo el asunto.

“Se supone que somos una organización conservacionista, ¿y no intentan proteger uno de los hábitats más amenazados, una de las especies más amenazadas, en su propio patio trasero? Eso es hipocresía”, dijo Magill.

Magill espera que los comisionados pongan fin al proyecto Miami Wilds.

“Se mire como se mire, no es bueno no sólo para las especies en peligro y el hábitat natural, sino también para las familias”, dijo Magill. “Simplemente no es el lugar adecuado”.

Miami Wilds fue concebido por el condado a finales de los 90 y principios de los 2000 como un parque de atracciones destinado a impulsar el desarrollo económico del suroeste del condado de Miami-Dade y atraer aún más gente al zoo.

Paul Lambert es uno de los promotores que gestionan el proyecto, y dijo que el plan para los 27 acres y medio de tierra en la propiedad del Zoo Miami es construir un parque acuático, y zona de restauración y entretenimiento, todo en lo que es actualmente el estacionamiento noroeste del zoológico.

“Inicialmente era un proyecto mucho mayor, pero lo hemos reducido para evitar cualquier impacto en las zonas naturales”, explica Lambert.

En 2006, los votantes aprobaron un referéndum sobre el proyecto, pero éste se ha retrasado varias veces, la última por varios pleitos.

Y aunque los promotores insisten en que no causarán ningún daño al medio ambiente, Magill y otros conservacionistas no están convencidos, pues afirman que los planes invaden aún más las ya amenazadas tierras rocosas de pinos, hogar de muchas especies en peligro de extinción.

“Hemos empezado a avanzar, estamos demostrando que las cosas funcionan, que la conservación funciona”, afirma Magill. “Esto va a suponer cinco pasos atrás”.

Magill afirma que el murciélago de Florida se vería especialmente perjudicado por la urbanización, y que el cielo sobre el estacionamiento es su zona de alimentación más importante.

Pero Lambert dice que sus estudios no concuerdan, y que se está exagerando el verdadero impacto.

“Sí, los murciélagos sobrevuelan la propiedad, pero la idea de que esto es el paraíso de los murciélagos, donde se alimentan todas las noches, los datos no lo indican en absoluto”, afirma Lambert.

El proyecto también preveía la construcción de un hotel, pero el plan se ha modificado para ubicarlo fuera de la propiedad del zoo, donde actualmente se encuentran las viviendas de los guardacostas.

El condado votará la enmienda el miércoles.


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