MIAMI, Fla. – La víctima de una paliza, presuntamente a manos de dos ex agentes de policía de Hialeah, subió al estrado el martes, segundo día en el juicio de Rafael Otano. José Ortega-Gutiérrez dijo que estaba esposado cuando Otano y el otro oficial, Lorenzo Orfila, lo golpearon en la noche del 17 de diciembre de 2022.
Ortega-Gutiérrez dijo: “Me golpearon mientras tenía las manos esposadas”.
Otano está siendo juzgado por un delito grave de secuestro a mano armada y lesiones con agravantes, así como por un delito menor de lesiones.
Los agentes respondieron a una llamada por disturbios en la panadería Los Tres Conejitos de Hialeah. La propietaria, Cristina Sosa, declaró el martes que Ortega-Gutierriez estaba causando alboroto dentro de su negocio.
“¿La estaba acusando de robar las propinas de sus empleados?”, preguntó Stephan López, uno de los abogados de la defensa.
“Nunca he hecho eso”, dijo Sosa, llorando mientras estaba en el estrado.
Ortega-Gutierrrez alega que, tras meterle en un coche patrulla, los agentes le llevaron a una zona aislada donde le golpearon.
El martes, dijo que un hombre le había encontrado después de que se hubiera adentrado en un barrio cercano.
“Me vio sangrando y me preguntó qué te había pasado y le dije: ‘La policía de Hialeah me dio una paliza y me trajo’. "
La defensa está pintando a Ortega-Gutiérrez como una víctima poco fiable con roces previos con la ley y una historia inconsistente.
El abogado defensor Michael Pizzi cuestionó a Ortega-Gutiérrez sobre sus afirmaciones de que los oficiales lo llevaron a un área aislada donde lo golpearon.
“Su testimonio de que el agente Otano le acompañó en coche no es cierto, ¿correcto?”, preguntó Pizzi.
Ortega-Gutiérrez, hablando español, dijo a través de un intérprete: “¿Por qué (iba) a mentir?”.
Hay mucho en juego para el ex policía. Si es declarado culpable, podría pasar el resto de su vida en prisión.