Un tornado azotó el sureste de Missouri la madrugada del miércoles, matando a cinco personas y causando una extensa destrucción en la tercera de una serie de enormes tormentas mortales que han azotado al centro de Estados Unidos en las últimas dos semanas.
Los meteorólogos se mantienen alerta ante la posibilidad de que se produzcan más fenómenos meteorológicos extremos a medida que avance la temporada de tormentas severas de este año. Las tormentas han provocado decenas de tornados, principalmente en el sur y la región centro norte del país, que han causado la muerte de al menos 63 personas. Apenas el fin de semana pasado, tornados confirmados o presuntos en al menos ocho estados asolaron vecindarios a través de una amplia franja del país.
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El tornado de Missouri tocó tierra a las 3:30 de la madrugada del miércoles y atravesó una zona rural del condado de Bollinger, a unos 80 kilómetros (50 millas) al sur de San Luis. Los árboles fueron arrancados de raíz, las casas se convirtieron en montones de astillas y un edificio quedó volcado sobre un lado.
Cinco personas murieron y otras cinco resultaron heridas, dijo el superintendente de la Patrulla Estatal de Caminos, Eric Olson, en conferencia de prensa. Los residentes del pueblo de Glen Allen dijeron que al menos algunas de las víctimas pertenecían a una familia que vivía en una casa rodante ubicada junto a una carretera estatal.
Poco quedó de la casa rodante el miércoles, aparte de sus plataformas de hormigón y un eje. Un gran animal disecado quedó atorado en la rama de un árbol caído y había muebles, ropa y utensilios de cocina esparcidos por un campo.
Olson dijo que 12 estructuras quedaron destruidas y decenas más resultaron dañadas.
Los daños se concentraron alrededor de Glen Allen y la pequeña comunidad rural de Grassy, las cuales se encuentran separadas por una zona de caza, dijo el jefe policial del condado de Bollinger, Casey Graham, en una publicación en Facebook. No dio a conocer de inmediato los nombres de las víctimas.
Charles Collier, de 61 años, dijo que vio pasar la furgoneta del médico forense con las luces encendidas en Glen Allen, donde es propietario de un almacén.
“Fue algo muy triste de ver, saber que allí había cadáveres”, dijo Collier. “Estaba aturdido, pensando en todas estas otras personas, en lo que están pasando”.
Josh Wells dijo que el tornado arrancó la mitad del techo de su casa en Glen Allen y tiró la pared de su habitación. Por suerte, huyó salido con anticipación en compañía de su hijo hacia la casa de su hermana porque tiene sótano.