FORT LAUDERDALE, Fla. – El tono de Ernest Rospierski en la corte durante su testimonio eclipsó su heroísmo el 14 de febrero de 2018, mientras estaba en el tercer piso del edificio 1200 de Marjory Stoneman Douglas (MSD) High School, en Parkland.
Rospierski, quien desafió los disparos para llevar a los estudiantes a un lugar seguro, bostezó cuando caminó frente al estrado del jurado, donde 12 miembros del jurado y 10 suplentes se enfrentan a Nikolas Cruz.
Mientras estaba detrás del estrado, Rospierski puso los ojos en blanco, se rió y agregó un poco de sarcasmo al responder las preguntas del fiscal estatal adjunto Mike Satz.
Satz y la jueza de circuito de Broward, Elizabeth Scherer, parecieron entender que todos enfrentan el trauma de manera diferente, por lo que no reconocieron el comportamiento y permitieron que Rospierski testificara. El profesor de geografía e historia dijo que las balas le rozaron la cara y la cadera.
“Empujé a un grupo de niños que estaban frente a mí al nicho junto a mi puerta... Vi que el tirador tenía el arma levantada y alejada... Luego intenté con la puerta de mi vecino porque no podía entrar en mi habitación porque mis llaves estaban en mi habitación... Olvidé agarrarlas cuando salí... Les grité a los niños que corrieran”, dijo Ropierski.
El video de vigilancia lo muestra corriendo detrás de un grupo de una docena de estudiantes por el pasillo hasta la escalera. Ropierski sostuvo la puerta para los estudiantes. El video también muestra que Jaime Guttenberg llegó a la puerta y se derrumbó.
“Había una chica con cabello oscuro. Pensé que era Jaime, pero no estaba seguro... Me agaché y la sacudí tratando de obtener algún tipo de reacción. No obtuve nada y fue entonces cuando decidí correr. No intenté agarrarla porque, francamente, no creía que pudiera hacer nada”, dijo Ropierski.
Los padres de Alexander Schachter y Jaime Guttenberg, que se encuentran entre los 17 asesinados en MSD, tuvieron reacciones emocionales al testimonio de Rospierski el miércoles. Max Schachter asintió repetidamente con la cabeza en señal de desaprobación. Fred Guttenberg estaba llorando.
Mientras que algunos de los maestros sobrevivientes optaron por dejar la MSD, Rospierski decidió quedarse para abogar por los sobrevivientes.
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