El multimillonario Elon Musk llegó a un acuerdo para adquirir Twitter por aproximadamente 44.000 millones de dólares, informó la empresa el lunes.
El franco director general de Tesla, que además es la persona más rica del mundo, dijo que quiere comprar Twitter porque considera que no cumple con su potencial como una plataforma para la “libertad de expresión” y que debe ser transformada a una compañía privada para fomentar la confianza entre los usuarios y mejorar en atender lo que llama un “imperativo social” de la libertad de expresión.
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“Twitter tiene un objetivo y relevancia que impacta al mundo entero”, tuiteó su director general, Parag Agrawal. “Estoy profundamente orgulloso de nuestros equipos y me siento inspirado por el trabajo, que nunca ha sido más importante”.
Musk se describe como un “absolutista de la libertad de expresión”, aunque no ha aclarado exactamente a qué se refiere con eso. En una reciente entrevista TED, el multimillonario dijo que le gustaría ver a Twitter pecar de permitir la expresión en lugar de moderarla. Agregó que se siente “muy reacio” a borrar tuits y que suele tener cuidado cuando se trata de prohibiciones permanentes. También reconoció que Twitter tendrá que cumplir con las leyes nacionales que dictan el discurso en mercados de todo el mundo.
Sin embargo, el mismo Musk con frecuencia bloquea a usuarios de redes sociales que lo han criticado a él o a su empresa y ha usado la plataforma para amedrentar a reporteros que han escrito artículos en que lo critican a él o a su compañía.
La junta de Twitter primero había adoptado medidas conocidas como píldoras venenosas que habrían hecho que un intento de compra fuera prohibitivamente costoso. Pero cuando Musk explicó los compromisos financieros que hizo para respaldar su oferta de 46.500 millones de dólares —y no surgieron otros compradores— la junta inició las negociaciones con él.