LA HABANA – Cuba autorizó a una nueva institución financiera para que gestione las remesas y realice otras operaciones de transferencia luego de que Washington incluyera en una lista negra a Fincimex, durante 20 años contraparte de Western Union, la principal compañía de envío de dinero desde Estados Unidos.
La Gaceta Oficial publicó la resolución firmada por la presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), Martha Sabina Wilson, de aceptar la solicitud de Orbit S.A de “gestionar y tramitar transferencias internacionales desde el extranjero hacia Cuba” y “prestar servicios de pagos desde el extranjero a través de su infraestructura”.
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Hasta noviembre de 2020 las remesas eran operadas por Western Union con Fincimex, pero en el marco del endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos a la isla, en octubre de ese año el gobierno del entonces presidente Donald Trump canceló el permiso para la empresa de su país e incluyó a Fincimex en un listado de empresas restringidas argumentando que la contraparte cubana formaba parte de un conglomerado bajo administración militar.
Se desconoce el origen de la firma Orbit S.A salvo por el hecho de que la resolución del BCC indicó en sus consideraciones que fue constituida el “3 de febrero de 2020 con sede en La Habana”. Tampoco si Western Unión retomará su acuerdo con la isla con esta nueva institución financiera o cuándo se hará efectivo el ingreso de remesas.
Trump impulsó el mayor ajuste de las medidas contra la nación caribeña en décadas con el objetivo de presionar un cambio de modelo político. Además de las restricciones a las remesas, eliminó los permisos para viajes de estadounidenses a la isla, dictó disposiciones para suspender los cruceros e incrementó la persecución a empresas de terceros países que operaban en Cuba. También paralizó la actividad del consulado y la embajada.
Su sucesor, el demócrata Joe Biden, prometió en su campaña electoral retomar la política de acercamiento impulsada por Barack Obama, pero hasta la fecha profundizó la política de Trump con nuevas sanciones bajo el argumento de que La Habana reprimió protestas en julio.
Mientras tanto, Cuba atraviesa una dura crisis económica agudizada por la pandemia de COVID-19 con desabastecimiento de alimentos y medicinas y falta de combustible.
El embargo contra Cuba cumplió 60 años la semana pasada y fue impuesto en el marco de la Guerra Fría luego de que se profundizara la revolución que había triunfado de 1959 con Fidel Castro al frente.
La semana pasada, un portavoz del Departamento de Estado dijo que la administración de Biden exploraba opciones para facilitar las remesas a Cuba al tiempo que podría reabrirse parcialmente la operación del consulado para facilitar la obtención de algunas categorías de visas por las que actualmente los cubanos deben viajar a Guyana para tramitarlas.
Aunque el gobierno cubano no informó nunca la cifra de remesas que ingresan al país en 2020 -cuando se desató la pandemia- expertos estimaban en unos 3.500 millones de dólares las transferencias que los emigrantes enviaban a sus familias en la isla.
Western Unión solía realizar unas 240.000 operaciones mensualmente por montos anuales de entre 900 y 1.500 millones de dólares en su más de 400 sucursales. Otras cantidades viajaban por bancos o través de mulas o traficantes de divisas.