MIAMI, Fla. – Las cecilias, unos anfibios nativos de Colombia y Venezuela, han llegado a Miami, según informaron biólogos de la comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC) quienes capturaron un ejemplar de este escurridizo animal en el canal de Tamiami.
Este hallazgo constituye el primer registro de una cecilia (Typhlonectes natans) en Florida y en Estados Unidos, el cual fue registrado en el número de agosto de la revista Reptiles & Amphibians, ya que su hábitat está muy lejos, en las cuencas de los ríos Cauca y Magdalena en Colombia, y en los alrededores de la cuenca de Maracaibo en Venezuela.
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Fue el 21 de octubre de 2019 cuando personal de la Comisión de Conservación de Pesca y la Vida Silvestre de Florida realizaba un estudio rutinario de electropesca en una sección del Canal de Tamiami (C-4) en el condado de Miami-Dade, cuando encontraron una cecilia viva. El ejemplar fue capturado en el agua a 1 metro de profundidad a lo largo de la orilla sur.
La cecilia parecía gozar de buena salud cuando fue recogida, aunque los intentos de alimentarla en cautividad fracasaron y el animal murió posteriormente. El espécimen se depositó en la Colección de Herpetología del Museo de Historia Natural de Florida. Ahí se le practicaron estudios de ADN para confirmar su origen sudamericano.
“Por lo que sabemos, éste es el primer registro de un cecilio (orden Gymnophiona) en Florida o en cualquier otro lugar de Estados Unidos. Aunque se conocen cecilias de tallo en el registro fósil de Norteamérica, no hay cecilias existentes al norte del sur de México”, señala el artículo científico.
“Como resultado de este descubrimiento, ahora se sabe que los tres órdenes de anfibios existentes están presentes en Florida, incluidas muchas especies nativas de ranas (Anura) y salamandras (Caudata), así como varias especies de ranas no nativas”.
También explica que: “La Typhlonectes natans se puede adquirir fácilmente en el comercio de animales de compañía, y la especie es criada en cautividad por aficionados, así como por varios zoológicos y acuarios. Por lo tanto, la presencia de esta cecilia en Florida es probablemente el resultado de un individuo liberado o escapado. No podemos determinar en este momento si existe una población establecida de estas cecilias en el C-4 o en otro lugar de Florida”.
“En Colombia, donde la especie es autóctona, habita en cursos de agua cálidos y de flujo lento con abundante vegetación acuática. Algunas partes del canal C-4 se parecen a su hábitat nativo y pueden proporcionar un entorno en el que esta especie podría prosperar si se estableciera”, añade el artículo.
“Se sabe muy poco sobre estos animales en la naturaleza, pero no hay nada especialmente peligroso en ellos, y no parecen ser depredadores serios. Probablemente comerán animales pequeños y se dejarán comer por otros más grandes. Podría ser otra especie no autóctona en la mezcla del sur de Florida”, señaló Coleman Sheehy, director de la colección de herpetología del Museo de Florida.
Pueden llegar a medir 1.5 metros de largo, según la especie, y deben su nombre a que como viven en las profundidades tienen muy mala visión, por lo que se les llama “cecilias” (ciegas, en latín). Sin embargo, cuentan con un par de órganos sensoriales situados entre los ojos y las fosas nasales, estructuras que son exclusivas de las cecilias y que pueden ayudarles a encontrar comida.
Sheehy publicó el estudio que describe el descubrimiento en colaboración con David Blackburn y Marcel Kouete, del Museo de Florida, y Kelly Gestring, Krissy Laurie, Austin Prechtel, Eric Suárez y Brooke Talley, de la Comisión de Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida.