WASHINGTON – El presidente Joe Biden dijo el lunes que las protestas en Cuba eran “notables” y un "sonoro llamado a la libertad”, al elogiar a miles de cubanos que salieron a las calles a manifestarse contra la escasez y los altos precios de los alimentos en medio de la crisis del coronavirus, una de las mayores movilizaciones contra el gobierno de que se tenga memoria.
“El pueblo cubano está exigiendo su liberación de un régimen autoritario. No creo que hayamos visto una protesta como esta en mucho, mucho tiempo, o francamente, nunca", dijo Biden en un breve intercambio con periodistas al comienzo de una reunión con alcaldes y funcionarios del orden público para abordar el tema de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos.
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Los comentarios contrastan con la postura de su exjefe Barack Obama, quien cuando era presidente trató de aliviar décadas de tensiones entre Washington y La Habana al tiempo que relajaba las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Esa iniciativa fue revertida por el mandatario republicano Donald Trump, quien limitó los viajes a la isla y prohibió las transacciones financieras con docenas de empresas, entre otras medidas.
“Apoyamos al pueblo cubano y su sonoro llamado a la libertad y al alivio de la sujeción trágica de la pandemia y de décadas de represión y sufrimiento económico al que ha estado sujeto por el régimen autoritario de Cuba”, dijo Biden en una declaración previa el lunes. “El pueblo cubano está haciendo valer valientemente sus derechos fundamentales y universales”.
Julie Chung, la subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, insinuó el sábado que las protestas fueron impulsadas por el pueblo cubano que ejerció “su derecho a una asamblea pacífica para manifestar su preocupación sobre el aumento de casos/muertes por COVID y la escasez de medicamentos. Elogiamos las numerosas iniciativas del pueblo cubano para movilizar las donaciones con el fin de ayudar a los vecinos”.
Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dejó entrever el lunes que las protestas son impulsadas por una frustración mucho mayor, señalando que son “expresiones espontáneas de gente que está exhausta de la mala gestión económica y la represión del gobierno cubano”.
Psaki añadió que Estados Unidos permanece listo para ayudar a Cuba en sus labores de vacunación contra el COVID-19, pero la decisión del gobierno cubano de no participar en el COVAX —una iniciativa mundial enfocada en distribuir las vacunas a países pobres— complicó las cosas.
“Definitivamente reconocemos y comprendemos que el acceso a las vacunas es uno de los temas que un número considerable de individuos externa con preocupación en las calles, pero debemos determinar cuál sería el mecanismo para trabajar con el pueblo cubano con el fin de hacerle llegar las vacunas”, detalló Psaki.
Las escenas de manifestantes en el malecón de La Habana frente a la costa y en otras partes de la isla resultaron inusuales, dado que el gobierno socialista ha mostrado a través de la historia poca tolerancia a las críticas. En un principio los policías caminaban detrás de los manifestantes que coreaban “Libertad”, “Ya Basta” y “Unidos”. Un motociclista sacó una bandera de Estados Unidos, pero le fue arrebatada por otros.
Aproximadamente dos horas y media después de que comenzó la marcha, algunos manifestantes arrancaron adoquines y los arrojaron a los policías, momento en que los agentes empezaron a arrestar a personas y la marcha se dispersó. Los periodistas de The Associated Press contaron al menos 20 personas que eran retiradas a bordo de autos de la policía o por individuos vestidos de civil.
El senador republicano Marco Rubio criticó a Biden por haber tardado todo un día antes de referirse a los manifestantes, e hizo notar en Twitter que el mandatario no mencionó que el gobierno de Cuba era “socialista y comunista”.
“Las protestas en #Cuba iniciaron hace más de 24 horas y se te olvidó algo”, tuiteó Rubio.