BUCARAMANGA – Colombia autorizó la apertura gradual de la frontera terrestre y fluvial con Venezuela desde el miércoles bajo controles sanitarios que buscan evitar la propagación de COVID-19. Sin embargo, el flujo migratorio no regresó a la normalidad ante la negativa del gobierno venezolano de habilitar sus pasos fronterizos.
En un comunicado divulgado por el canciller venezolano Jorge Arreaza, la gestión de Nicolás Maduro rechazó la “reapertura unilateral” de los pasos fronterizos e invitó a iniciar una coordinación bilateral. “Esta suerte de emboscada fronteriza deja en evidencia que el gobierno colombiano sigue haciendo uso de tretas políticas con el fin de distraer la atención de la opinión pública ante los notorios hechos de violaciones continuadas de Derechos Humanos que desde hace 36 días han estremecido a la sociedad colombiana”, destacó el escrito.
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La frontera colombiana fue reabierta de forma intempestiva y después de que el gobierno informara el 31 de mayo que mantendría el cierre fronterizo con Venezuela hasta septiembre. El cierre del lado colombiano se hizo desde marzo de 2020, cuando iniciaron las restricciones sanitarias por la pandemia.
“Nunca había existido un cierre tan largo como séte que se produjo por el COVID, esperamos que se normalicen las condiciones de funcionamiento de la frontera y empecemos a reducir los márgenes de ilegalidad de quienes estaban haciendo uso ilegítimo de las necesidades de la gente en las trochas (pasos irregulares)”, dijo a The Associated Press Víctor Bautista, secretario de Fronteras de Norte de Santander.
Migración Colombia implementó el sistema de “pico y documento”, que consiste en habilitar el paso de viajeros según el último dígito de su identificación en grupos de pares e impares en horarios diurnos. No obstante, en la frontera con Venezuela sólo se permite la salida de personas que certifiquen una urgencia médica que debe ser atendida en Colombia.
El director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, explicó el miércoles en una declaración que los viajeros deben cumplir con las medidas de bioseguridad y alertar a las autoridades si presentan algún síntoma de COVID-19. En Colombia se han confirmado 3,4 millones de contagios y 89.000 muertes por el virus.
El funcionario colombiano agregó que fueron instaladas cámaras térmicas para contabilizar el número de personas que atraviesan los pasos fronterizos y se incrementó en un 25% el personal en los puestos de control en los departamentos de La Guajira, Arauca, Norte de Santander y Vichada.
Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela se interrumpieron desde febrero de 2019, después de que el presidente Nicolás Maduro expulsara a diplomáticos colombianos de su país y ordenara el cierre de la frontera con Colombia.
“Esta es una ventana para que muchos ciudadanos venezolanos puedan solicitar el estatuto temporal de protección para migrantes -que les da garantías sociales y derechos- en Colombia si ingresan de forma regular", explicó a la AP Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario. "En los últimos meses la dinámica de pasaportes en Venezuela ha mejorado poco a poco y habría una intencionalidad del régimen venezolano de empezar a reconstruir esa relación (con Colombia)”, agregó.
Afectados por la crisis económica provocada por la pandemia, los empresarios de las ciudades fronterizas reclaman la apertura total de la frontera con Venezuela para activar el comercio formal. La Cámara de Comercio de Cúcuta hizo el lunes una petición pública a los dos gobiernos por medio de un comunicado argumentando que una reapertura generaría “miles de puestos de trabajo directos e indirectos”.
La frontera entre los dos países tenía un alto flujo de viajeros antes de su cierre. En 2018 salieron de Colombia 164.555 nacionales hacia Venezuela y entraron 1,3 millones de venezolanos hacia Colombia, según cifras de la autoridad migratoria colombiana.
Colombia es el país que más migrantes venezolanos alberga en su territorio, con un total de 1,7 millones.
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(asterisk)El corresponsal de la AP Jorge Rueda colaboró en este artículo desde Caracas.