BOGOTÁ – Un líder rebelde que abandonó el acuerdo de paz de 2016 con el gobierno de Colombia y había permanecido prófugo durante tres años, fue asesinado por tropas colombianas en Venezuela, informó el martes su nuevo grupo armado.
Seuxis Hernández — mejor conocido por su nombre de guerra de Jesús Santrich — fue uno de los principales representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las negociaciones de paz con el gobierno de Colombia. Pero rompió el pacto menos de dos años después de firmarlo, luego de que fue acusado por Estados Unidos por supuesto tráfico de cocaína.
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En un comunicado publicado en su sitio de internet, el nuevo grupo rebelde de Segunda Marquetalia, informó que el insurgente de 53 años fue asesinado el lunes por un comando colombiano que ingresó ilegalmente en territorio venezolano.
El grupo aseguró que Santrich viajaba a bordo de un vehículo en el estado de Zulia, en el occidente de Venezuela, cuando fue atacado con granadas y disparos de soldados colombianos. Las tropas le cortaron el dedo meñique a Santrich antes de regresar a Colombia a bordo de un helicóptero amarillo, señaló el comunicado.
El gobierno colombiano no comentó de inmediato sobre el señalamiento del grupo, lo que significaría una importante violación a la soberanía de Venezuela y aumentaría las tensiones con el gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro. El gobierno venezolano tampoco comentó.
Horas antes el martes, el ministerio de Defensa de Colombia informó que el gobierno intentaba confirmar los reportes sobre la muerte de Santrich en un enfrentamiento entre grupos rebeldes que operan en Venezuela.
La prensa colombiana publicó varias otras versiones sobre la muerte de Santrich, incluyendo una de que fue asesinado por mercenarios que intentaban capturarlo y cobrar la recompensa de 10 millones de dólares que ofreció el Departamento de Estado estadounidense el año pasado.
Santrich fue miembro de grupos juveniles de izquierda en Colombia e ingresó a las FARC a principios de la década de 1990, luego de que un líder estudiantil fue asesinado por un policía colombiano en la ciudad de Barranquilla. Santrich empezaba a perder la vista a causa de un padecimiento genético al momento que el grupo rebelde inició las negociaciones de paz con el gobierno de Colombia, pero de igual forma se estableció como uno de los principales ideólogos del grupo.
Poco después de firmarse el acuerdo de paz, Santrich se metió en problemas con las autoridades. Fue arrestado en abril de 2018 después de que autoridades federales en Nueva York lo acusaron de conspirar para traficar 10 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos. Los cargos se basaban en videos y grabaciones de audio que obtuvieron agentes encubiertos que se reunieron con Santrich en 2017, señalaron los fiscales.
Pero Santrich fue puesto en libertad antes de que pudiera ser extraditado y después de que un tribunal de paz en Colombia determinó que las autoridades estadounidenses no habían presentado evidencia suficiente. Bajo los términos del acuerdo de paz, los exrebeldes no pueden ser extraditados por delitos cometidos durante el conflicto, pero pueden ser responsabilizados por cualquier crimen cometido posteriormente.
Santrich, quien acusó al gobierno Colombiano de intentar inculparlo, tomó brevemente posesión de un escaño que se otorgó a las FARC como parte del acuerdo de paz. Pero durante una visita a un campamento para exguerrilleros, ubicado cerca de la frontera con Venezuela, se desligó de su equipo de seguridad y desapareció.
En agosto de 2018 apareció en un video publicado en YouTube en el que exintegrantes de las FARC con ametralladoras anunciaron que seguirían con su lucha contra el gobierno, acusándolo de no cumplir las promesas establecidas en el pacto. Nombraron a su nueva organización como Segunda Marquetalia, en referencia a la aldea en la que se originó el movimiento original de las FARC en la década de 1960.
El grupo de Santrich fue rechazado por ex altos mandos de las FARC que firmaron el acuerdo de paz, y que ahora cuentan con un partido político que tiene 10 escaños en el Congreso.
Autoridades de Colombia aseguran que la facción de exdisidentes de las FARC de Santrich intenta tomar el control de minas ilegales y rutas para el trasiego de drogas en una zona remota de la frontera entre Colombia y Venezuela.
Colombia ha acusado desde hace tiempo a Venezuela de ofrecer refugio a excombatientes de las FARC, incluyendo a Santrich y a Iván Márquez, el líder del movimiento Marquetalia al que también busca el gobierno de estados Unidos como parte de la misma acusación de narcotráfico. Sin embargo, el ejército venezolano ha protagonizado recientemente enfrentamientos con otra facción de excombatientes de las FARC encabezados por Gentil Duarte, que en mayo pasado capturó a ocho soldados venezolanos.