SANTIAGO – Chile elegirá el fin de semana a los 155 miembros de una convención constituyente que se encargará de redactar una nueva Constitución para reemplazar la impuesta por la dictadura militar (1973-1990). Una vez que eso ocurra, su entrada en vigor estará condicionada a que se apruebe en un plebiscito obligatorio a mediados de 2022.
Según expertos nacionales e internacionales, esta convención constituyente será la primera paritaria en el mundo. Es decir, por primera vez en la historia, una Carta Magna será redactada por el mismo número de hombres y mujeres.
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También el sábado y domingo los chilenos elegirán alcaldes, gobernadores y concejales. Inicialmente los comicios serían el 11 de abril, pero fueron postergados debido a la fuerza de la segunda ola de la pandemia en Chile.
Más de un millar de candidatos, la mayoría independientes y sin experiencia política previa, postulan a los 155 cupos de la convención. De éstos hay 17 reservados para representantes de los diez pueblos indígenas del país —y representan al 12,8% de los 19 millones de chilenos— y el resto quedarán en manos de un número similar de hombres y mujeres.
El reemplazo de la Constitución fue aprobado por el 79% de los chilenos en un plebiscito en octubre de 2020. En éste también se decidió que la nueva Carta Magna debe ser escrita por una convención paritaria.
El referéndum para decidir si se reescribiría o no la Carta Magna fue la respuesta que el Congreso y el gobierno de Sebastián Piñera dieron a las protestas que siguieron al estallido social del 18 de octubre de 2019. Las manifestaciones apelaban a encarar la desigualdad, pero los políticos dejaron fuera, por falta de quórum, los temas de la paridad y los cupos reservados para indígenas. Organizaciones feministas aliadas con las mujeres políticas del Congreso impulsaron la idea de que la convención constituyente fuera paritaria, lo que se transformó en ley en marzo del año pasado, mientras los escaños se aprobaron en diciembre pasado.
Para asegurar la paridad de género en la convención, el Servicio Electoral (SERVEL) dispuso que las listas de candidatos tuvieran igual número de hombres y mujeres, excepto en los distritos electorales que eligen una cantidad impar de cargos, donde la ley establece que la diferencia de sexo en las listas no debía ser mayor a un postulante, de uno u otro sexo.
La misma ley establece que si la diferencia de algún sexo es mayor a uno en los distritos en que se elige un número impar de cargos se aplicará una corrección a los resultados con el Sistema D’Hond, un método matemático que aplica una cifra repartidora de cupos, y en los casos de sobrerrepresentación de un sexo se introducirá una corrección de género las veces que sea necesario.
“Esta es la primera convención constituyente paritaria que va a existir en el mundo, nunca antes se ha elegido un órgano constituyente con paridad en el resultado. Marca un precedente, es una innovación democrática”, dijo a The Associated Press Pamela Figueroa Rubio, coordinadora del Observatorio Nueva Constitución, académica y doctora en Estudios Americanos.
Marcela Ríos, socióloga y representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile, dijo a AP que, efectivamente, la de Chile será la primera convención constituyente paritaria porque tendrá una paridad de entre el 55% y 65%. Agregó que en Túnez la paridad llegó al 30%, en Bolivia cerca del 34% y en Islandia al 60/40. Destacó que lo que sí ha existido son asambleas constituyentes paritarias.
La convención elegida el próximo fin de semana tendrá nueve meses para escribir la nueva Constitución, plazo que puede extender por tres meses. El proyecto de Carta Magna que elabore debe ser aprobado en un plebiscito en 2022 para entrar en vigor. Si es rechazado, seguirá rigiendo la Constitución de los militares.