CARACAS – El líder opositor venezolano Juan Guaidó propuso el martes procurar un “Acuerdo de Salvación Nacional” mediante negociaciones con el gobierno de Nicolás Maduro y sus aliados locales, organizaciones de oposición y la comunidad internacional.
Guaidó, a quien Estados Unidos y otros países reconocen como el líder legítimo de Venezuela, indicó que debido a la crisis local es necesario buscar “soluciones realistas y viables”. Al parecer el opositor, que sostenidamente rechazó cualquier coexistencia con Maduro, dejó en el olvido la postura de no negociar y planteó la conveniencia de levantar gradualmente las sanciones contra el gobierno como incentivo para llegar a un acuerdo.
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Éste debería darse mediante una negociación en la que participen las fuerzas opositoras que lo respaldan y “los actores que conforman y sostienen al régimen y la comunidad internacional”, dijo Guaidó en un video divulgado a través de Twitter.
Horas después en un acto de gobierno, Maduro invitó a Guaidó a sumarse a la mesa de diálogo que ya existe. “En la vida hay que dejar fluir las cosas”, dijo el mandatario resaltando que “los que no querían diálogo ahora claman por diálogo”.
Guaidó “sale hoy a decir que quiere diálogo porque se quedó por fuera de todo, aislado y derrotado”, aseveró el gobernante. “Bienvenido a que se incorpore a los diálogos que ya existen, no a que se crea que él es el jefe y líder supremo de un país que no lo reconoce”, añadió.
Los comentarios de Guaidó se produjeron una semana después que la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, designó como miembros de la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) a dos reconocidos opositores, incluido un activista que estuvo preso acusado de participar en supuestas acciones para desestabilizar el gobierno. Esa concesión sería parte de una serie de medidas recientemente adoptadas por la administración de Maduro que apuntarían a mejorar las relaciones con el gobierno de Joe Biden.
Los nombramientos se materializaron luego de varias semanas de negociaciones tras bastidores entre representantes del gobierno de Maduro y adversarios moderados, algunos de ellos alineados con el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles.
En aparente alusión a esa iniciativa de diálogo entre el gobierno y esos grupos opositores moderados, Guaidó expresó que está “dispuesto a construir y participar en cualquier mecanismo que permita construir la mayor y mejor unidad posible y que legitime nuestra lucha; pero conspirar con la dictadura para legitimarse mutuamente como tiranía y oposición leal a esa tiranía no conduce a la libertad, sí a la sumisión y a la normalización de la peor tragedia que ha vivido nuestro país”.
En el nuevo directorio del CNE, tres de los cinco de ese órgano colegiado rectores son cercanos al gobierno. Empero, se percibe como un avance. Es la primera vez desde 2005 que la oposición tiene dos miembros en la cúpula del organismo electoral, que se encarga de realizar las elecciones nacionales, estatales y municipales.
El martes, en un esfuerzo por rescatar la confianza de los venezolanos, las autoridades electorales anunciaron una revisión profunda del padrón y del sistema electoral automatizados de cara a los comicios de gobernadores y alcaldes previstos para 2021. También se acordó “revisar el estado de las inhabilitaciones” por diversas causas de algunos de los candidatos y dirigentes más populares de la oposición “entendiendo que las decisiones definitivas sobre estos asuntos requieren, corresponden, a la anuencia de otras instancias del Estado”, dijo en una declaración el presidente del CNE, Pedro Calzadilla. Entre los inhabilitados figura Guaidó y muchos de los exlegisladores del anterior Legislativo, dominado por la oposición.
El Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el gobierno, despojó el control de tres de las cuatro principales fuerzas opositoras a sus tradicionales líderes y pasó el control de esas organizaciones a disidentes opositores que han sido señalados de tener vínculos con el gobierno.
Guaidó y otros dirigentes opositores fueron inhabilitados de participar en elecciones y ejercer cargos públicos en Venezuela por 15 años.
La designación del nuevo CNE es vista por algunos como una señal de la voluntad de Maduro de alcanzar compromisos con aquellos que lo adversan y dar un primer paso con el propósito que Biden alivie las devastadoras sanciones petroleras que heredó de su predecesor.
Los nombramientos siguen a una serie de gestos similares de Maduro, incluida la concesión del arresto domiciliario a seis ejecutivos petroleros estadounidenses encarcelados en 2017 por cargos de corrupción y su reciente acuerdo que permite que el Programa Mundial de Alimentos comience a operar dentro de Venezuela.
Guaidó hizo un llamado a la unión de la oposición y a “reforzar la presión interna, la internacional y los espacios unitarios para exigir” un acuerdo.
“La salvación de Venezuela es el objetivo. Las elecciones libres y justas son el paso fundamental para lograrlo; y el Acuerdo de Salvación Nacional el mecanismo para alcanzarlo”, enfatizó.