WASHINGTON – El gobierno estadounidense anunció el martes que su programa de asistencia médica para los ancianos, Medicare, requerirá que los hogares de reposo para adultos mayores reporten sus tasas de vacunación contra COVID-19 entre sus residentes y personal.
Con la obligación, las autoridades buscan presionar a estas instalaciones para que sigan vacunando. Aunque están quedando atrás los peores estragos de la pandemia, persiste el peligro de un rebrote.
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“Esperamos impulsar mayores tasas de vacunación entre los residentes y el personal, así como la transparencia para los residentes y sus familias”, dijo a The Associated Press el doctor Lee Fleisher, director médico de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.
La medida de Medicare para mantener el ritmo de vacunación se produce mientras hay un esfuerzo para llevar las vacunas a las residencias de ancianos de todo el país. Esa asociación entre el gobierno y las grandes cadenas de farmacias CVS y Walgreens está siendo reemplazada por una colaboración continua con farmacias especializadas de atención a largo plazo que atienden las necesidades de la rama de los hogares de ancianos. También pueden participar otros centros de atención que atienden a los adultos mayores.
Será fundamental que haya una transición sin problemas, porque el coronavirus está lejos de erradicarse. Además, los centros de atención a largo plazo siguen admitiendo nuevos residentes y la dotación de personal fluye.
Las personas que viven en centros de atención a largo plazo han pagado un precio alto por la pandemia. Aunque representan aproximadamente el 1% de la población de Estados Unidos, significaron aproximadamente una de cada tres muertes, según cálculos anteriores del COVID Tracking Project (Proyecto de seguimiento al COVID-19).