BOGOTÁ – El impacto de la pandemia de COVID-19 está afectando a las personas más vulnerables en Venezuela y Colombia donde el ritmo de vacunación avanza a un ritmo dolorosamente lento. Las autoridades de ambos países han implementado nuevamente cuarentenas y toques de queda.
Las unidades de cuidados intensivos en Colombia se están volviendo a llenar. Muchos hospitales en Venezuela ya requerían que los pacientes trajeran sus propios insumos médicos antes de la pandemia.
Algunas personas han optado por tratar a sus seres querido en casa en vez de en hospitales. Todos los días, se forman filas afuera de negocios que recargan bombonas de oxígeno para tratar a pacientes con COVID-19.
Enrique Ochoa, un trabajador de la salud en Caracas, le dijo a Local 10 que está dependiendo de donativos para tratar a sus pacientes. En Venezuela el costo de recargar una bombona grande es de $30.
Carlos Rodríguez, quien es dueño de un negocio que recarga bombonas, dijo que muchas personas no lo pueden costear. Según Rodriguez, hay un mercado negro en el país cobrando hasta tres veces el precio original para las recargas.
Las autoridades de Colombia y Venezuela están preocupadas que la variante brasileña P1 se esté propagando y podría evadir las vacunas actualmente existentes para el COVID-19.
En estos momentos, el numero de casos en ambos paises está llegando a nuevos records. En Bogotá, la capacidad de la UCI sobrepasa el 90%.