MEXICO CITY – CIUDAD DE MÉMás de tres meses después de que las infecciones por COVID-19 alcanzaran su punto máximo en la Ciudad de México, el gobierno local anunció el viernes que la red de hospitales públicos dedicados a combatir la enfermedad está experimentando su tasa más baja de ocupación en lo que va de la pandemia.
Un año después de que el país creó un sistema de alerta codificado por colores para la pandemia, la capital pasó por primera vez de naranja a amarillo, con lo que se alejó un paso más de la categoría de más peligro, la roja.
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Las autoridades de la ciudad dijeron que la tasa de ocupación en los hospitales públicos dedicados a enfermos de COVID-19 es ahora de un 16%, un cambio radical frente al nivel de enero, cuando un aumento después de la temporada navideña llevó a algunos hospitales al límite.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que no había certeza científica para decir por qué la Ciudad de México se encuentra ahora en una situación mucho mejor, pero enumeró media decena de factores posibles, como una mayor disciplina por parte de los ciudadanos, una ampliación de las pruebas diagnósticas, la campaña de vacunación, mejor tiempo y el hecho de que muchas personas en la ciudad ya se contagiaron y se recuperaron.
Sheinbaum dijo que el 84% de las personas mayores de la capital han sido vacunadas. Recientemente la campaña comenzó a vacunar al siguiente grupo más vulnerable: las personas de 50 a 59 años.
Los cambios prácticos en la reducción del nivel de alerta son mínimos. Por ejemplo, los límites de capacidad en empresas y salas de cine aumentarán algo, pero se mantendrán por debajo del 50%.
Se han confirmado más de 42.000 muertes por COVID-19 en la ciudad de 9 millones, pero debido a la disponibilidad limitada de pruebas se cree que el número real es mucho mayor.