SAO PAULO – Miembros clave del gobierno de Brasil festejaron el miércoles el aniversario del golpe militar de 1964 que dio inicio a una dictadura de 21 años en la que cientos de personas fueron asesinadas y miles torturadas.
El presidente Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército que a menudo ha expresado nostalgia por la dictadura, recibió la autorización de un tribunal federal este mes para que conmemorara el 31 de marzo de 1964, fecha en la que según los simpatizantes Brasil se salvó del comunismo.
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Analistas dijeron que la celebración ha desviado la atención del público de las 320.000 muertes que la pandemia de coronavirus ha dejado en el país.
“En este día, hace 57 años, el pueblo brasileño con el respaldo de las fuerzas armadas impidió que el movimiento comunista internacional metiera sus tenazas en Brasil”, dijo en Twitter el vicepresidente Hamilton Mourão, un general retirado del ejército. “¡Fortaleza y honor!”
Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente y también legislador, señaló que las fuerzas armadas legítimamente “garantizaron un Brasil libre” el 31 de marzo de 1964.
Una multitud de unas 200 personas nostálgicas de la dictadura se reunió en el sector de Copacabana de Río de Janeiro para celebrar el golpe. Algunas iban vestidas con atuendo militar. En Sao Paulo, una multitud pequeña oró frente a un cuartel del ejército, y algunas personas solicitaron otra intervención militar que le dé más poder a Bolsonaro.
“Estamos aquí para festejar la expulsión de los comunistas del gobierno brasileño”, dijo Ronan Guimarães, de 32 años, propietario de un negocio en Río. “Algunas personas hablan de la dictadura militar, pero nosotros no lo vemos de esa manera. Creemos que fuimos liberados de una dictadura del proletariado”.
El aniversario tuvo lugar un día después de que los titulares de las tres ramas de las fuerzas armadas de Brasil dejaran conjuntamente sus cargos al concluir una reunión con el nuevo ministro de Defensa del país. El hecho de que Bolsonaro sustituyera al ministro de Defensa previo suscitó un temor generalizado de que las fuerzas armadas sean reorganizadas en beneficio de los intereses políticos del mandatario.
El nuevo ministro de Defensa, general Walter Braga Netto, dijo el martes que el aniversario del golpe debía ser festejado.
“Las fuerzas armadas terminaron asumiendo la responsabilidad de pacificar al país, enfrentando los desafíos de reorganizarlo y garantizar las libertades democráticas que disfrutamos hoy en día”, declaró Braga Netto.
El miércoles, cuando juramentó a los nuevos comandantes, Braga Netto lo describió como “un día histórico”, sin mencionar el golpe militar. “Las fuerzas armadas no se escondieron en el pasado ni lo harán cuando el país las necesite”, señaló.
Marcos Nobre, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Campinas, dijo que la decisión de Bolsonaro de celebrar el golpe militar va más allá de ideologías y es una manera de cambiar el discurso para hacerlo ver como un presidente asediado y antisistema a fin de que pueda impulsar su agenda de extrema derecha.
“Esta semana, Bolsonaro perdió a su ministro del Exterior, Ernesto Araújo, quien es un ideólogo y una persona querida entre las bases del presidente. Al mismo tiempo aseguró su posición con un grupo de legisladores pragmáticos de centro. ¿Cómo podría él explicar eso a su base?”, dijo Nobre a The Associated Press. “Después de su decisión sobre las fuerzas armadas nadie está hablando de esas cosas. Él está luchando, festejando el golpe, creando una brecha entre generales y soldados que lo apoyan. Es de nuevo el hombre antisistema”.
Durante sus 28 años en el Congreso, Bolsonaro reiteró su apoyo y admiración por la dictadura. Su decisión de conmemorar el golpe puso fin a una petición en 2011 de la entonces presidenta Dilma Rousseff de que las fuerzas armadas suspendieran los actos de ese tipo.
Fue durante el gobierno de Rousseff que fue creada una comisión de la verdad sobre crímenes de la dictadura. La comisión concluyó en 2014 que al menos 434 personas fueron asesinadas o desaparecidas y miles más torturadas.
Bolsonaro no habló públicamente el miércoles sobre el aniversario del golpe ni de la reorganización en las fuerzas armadas.
La prensa brasileña informó que los tres comandantes militares habían ingresado a una reunión de alto nivel para renunciar, pero fueron despedidos sumariamente. Los reemplazos anunciados el miércoles figuran entre los generales más antiguos en servicio activo, lo cual preserva las tradiciones y la jerarquía militar.
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El periodista de The Associated Press Mauricio Savarese reportó desde Sao Paulo y la periodista de la AP Diane Jeantet desde Río de Janeiro. El videoperiodista de la AP Lucas Dumphreys en Río contribuyó a este despacho.