EVERGLADES, Fla. – Un cazador de pitones y un investigador creen que la ayuda en la lucha contra el COVID-19 se esconde en los Everglades de Florida.
Dustin Crum y Daryl Thompson, investigador y empresario de Global Research and Discovery Group de Winter Haven, dijeron que la pitón birmana invasora contiene escualeno, un compuesto bioquímico que se usa comúnmente en las vacunas.
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Los científicos dicen que el escualeno puede estimular una respuesta inmune más fuerte cuando se usa en vacunas. Por lo general se encuentra en los tiburones, pero los defensores de estos animales marinos se oponen a extraer la molécula de grasa del hígado de los tiburones, los cuales se encuentran amenazados.
“Queríamos buscar fuentes alternativas. Una pitón de 10 pies tiene alrededor de 35 gramos de escualeno, suficiente para hacer unas 3500 vacunas”, explicó Thompson.
“Tenemos muchas serpientes en los Everglades”, añadió Crum.
Según la Organización Mundial de la Salud, el escualeno es seguro y eficaz, aunque actualmente no se encuentra en la lista de ingredientes de las vacunas Pfizer o Moderna, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Un portavoz de Pfizer aseguró en un comunicado que: “no hay productos humanos o animales de ningún tipo” en el medicamento. Pero algunos científicos se muestran escépticos sobre la fiabilidad de los pitones como fuente de escualeno.
El profesor de la Universidad de Florida, Jim Wellehan, compartió en un comunicado: “estoy de acuerdo en que es una idea mala e insostenible cosecharlo de los tiburones, como lo estamos haciendo actualmente. También estoy de acuerdo en que las pitones en los Everglades son un problema importante”.
“Sin embargo, no hay manera de que tenga sentido económico cosecharlo de pitones; los costos laborales para extraerlo de una una especie escurridiza que se esconde en un hábitat difícil serían ridículos”, agregó.
Wellehan también dijo que un mejor avance sería la ingeniería de microbios para producir grandes cantidades de escualeno.
Crum no se desanima y cree que hay suficientes pitones para ser eficaces y que esta situación “nos está dando instrucciones sobre cómo hacer el escualeno sintéticamente”.
“Salvar a los animales es algo que me hace muy feliz. Pero simplemente pensar que tenemos el potencial de salvar vidas humanas, eso es lo máximo”, finalizó Crum.