“Milagro” de Maduro contra COVID-19 genera dudas

El presidente venezolano Nicols Maduro habla durante una ceremonia por el inicio del ao judicial en la Suprema Corte en Caracas, Venezuela, el viernes 22 de enero de 2021. (AP Foto/Matas Delacroix) (Matias Delacroix, Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved)

CARACAS – El presidente venezolano Nicolás Maduro parece contar con otro “milagro” para salvar a sus ciudadanos del COVID-19 y ahora promueve una solución secreta de la que no ha presentado evidencia científica alguna, pero que asegura es capaz de vencer al nuevo coronavirus.

“Diez gotitas debajo de la lengua cada cuatro horas y el milagro se hace, se hace", dijo Maduro en una aparición televisiva el domingo. “Es un poderoso antiviral, muy poderoso, que neutraliza al coronavirus”.

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Sin embargo, hasta este martes su gobierno no había publicado ninguna evidencia y ha mantenido en secreto el nombre de la “mente brillante de Venezuela” que está detrás, afirmando que necesitaba proteger a esa persona, mientras que científicos nacionales y extranjeros se muestran escépticos.

La Academia Nacional de Medicina local señaló que se “supone que es un derivado del tomillo", una hierba conocida desde la antigüedad por tener un “potencial nutricional y terapéutico”, pero no dijo nada más.

Esta no es la primera vez que el líder venezolano promueve una cura.

En octubre notificó a la Organización Panamericana de la Salud que científicos venezolanos descubrieron una molécula que anulaba la capacidad de replicación del nuevo coronavirus. El gobernante no ha hablado sobre las conclusiones de ese desarrollo desde entonces. También ha promovido un té especial de hierbas que, según afirma, lo puede defender del virus y otras dolencias.

Otros líderes también han recurrido a soluciones rechazadas por estudios científicos. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el brasileño Jair Bolsonaro promovieron obstinadamente un medicamento contra la malaria, a pesar de que estudios repetidos lo encontraron ineficaz y posiblemente peligroso.

El nuevo coronavirus no ha afectado a Venezuela con tanta fuerza como a otros países sudamericanos como Brasil, Ecuador y Perú, aunque muchos expertos dicen que es probable que se deba a que las sanciones contra el gobierno de Maduro han limitado drásticamente los viajes, profundizando el aislamiento del país después de años de crisis política, económica y social.

Maduro aseguró que el tratamiento, al que llamó “carvativir”, se ha probado durante nueve meses entre los venezolanos enfermos con el coronavirus. Dijo que planea distribuirlo a nivel nacional y también a otras naciones.

En la noche del martes, Maduro insistió que el medicamento fue sometido a una serie de rigurosas “pruebas clínicas”, sin dar detalles o mostrar evidencias, lo que le permitiría decir que el carvativir “es un poderoso antiviral complementario para la sanación y la cura del COVID-19”.

“Lo puedo decir con todas sus letras, así me censuren Twitter, Facebook y me censuren en el mundo por hablar de salud del pueblo”, denunció Maduro al comentar que le informaron que YouTube “censuró” la cuenta de la estatal Venezolana de Televisión tras publicar el vídeo donde el domingo “expliqué la medicina Carvativir antiviral”.

El doctor David Boulware, profesor de medicina y médico de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota, destacó la falta de evidencia científica.

“Esto es, al igual que con otras cosas, como la gente que intenta vender, ya sabes, algunos frijoles mágicos como solución a un problema complejo”, dijo Boulware a The Associated Press el martes. “Sería genial si funcionara, pero me gustaría ver los datos”.

La Academia Nacional de Medicina de Venezuela señaló que sería “es prudente esperar por mayores datos de las pruebas del Carvativir, según los protocolos internacionales”.

Venezuela ha sido desde octubre parte de las pruebas de la vacuna Sputnik V de Rusia, un aliado incondicional del gobierno de Maduro. El gobierno venezolano firmó un contrato en diciembre con Rusia para comprar la vacuna, pero no está programado que las inoculaciones comiencen antes de abril.

Rosa Colina, de 58 años, dijo que las autoridades deberían hacer más para que los venezolanos se vacunen lo antes posible, y comentó que colegas en un centro de salud de su barrio y algunos vecinos murieron a causa del COVID-19.

“Yo estoy de acuerdo que sea una vacuna, nada de gotitas”, dijo Colina “Eso no tiene ninguna efectividad y estamos viendo un problema de salud bastante fuerte”.


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