BRUSSELS – Los líderes de la Unión Europea cerraron el viernes un peleado acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del bloque en al menos un 55% para el final de la década, frente a los niveles de 1990, evitando lo que habría sido un vergonzoso estancamiento antes de una cumbre Naciones Unidas sobre clima este fin de semana.
Tras discusiones que se prolongaron durante toda la noche en su reunión de dos días en Bruselas, los 27 socios aprobaron la propuesta de la Comisión Europea para endurecer el objetivo intermedio del bloque en su camino hacia la neutralidad de emisiones a mitad de siglo, luego de que un grupo de países reticentes y dependientes del carbón, aceptó finalmente respaldar la mejorada marca.
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“Europa es el líder en la lucha contra el cambio climático", tuiteó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al amanecer en la capital de la UE. “Decidimos reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en al menos el 55% para 2030”.
Cinco años después de la firma del Acuerdo de París, la UE quiere ser un líder en la lucha contra el calentamiento global. Pero los jefes de Estado y de gobierno del bloque no lograron ponerse de acuerdo sobre el nuevo objetivo en su última cumbre en octubre, principalmente por las preocupaciones de los países del este sobre el financiamiento y la gestión de la transición a energías más limpias.
Pero el esperado acuerdo sobre el enorme presupuesto a largo plazo del bloque y sobre un fondo de recuperación para el coronavirus alcanzado el jueves impulsó la negociación sobre el clima.
Está previsto que grandes partidas del paquete récord de 1,82 billones de dólares se destinen a programas e inversiones diseñadas para ayudar a los países miembro, regiones y sectores especialmente afectados por esa transición y que necesiten una profunda transformación económica y social. Los líderes pactaron que el 30% de esos fondos se destinen a respaldar el cambio.
Aún así, acordar un lenguaje común no fue tarea fácil. Las negociaciones nocturnas estuvieron marcadas por intensas discusiones en la sesión plenaria y por conversaciones en grupos más reducidos al margen.
Otra demora en la revisión del objetivo actual del 40% habría sido especialmente embarazosa antes de la Cumbre de Ambición Climática virtual que conmemora cinco años desde la de París, y los líderes trabajaron hasta el final para cerrar un acuerdo.
El evento del sábado estará copresidido por Gran Bretaña, Naciones Unidas y Francia. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la semana pasada que quiere que su país recorte sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos el 68% desde los niveles de 1990 para 2030, un objetivo mucho más ambicioso que el de Bruselas.
Polonia, que el año pasado no se comprometió con el objetivo comunitario de neutralidad climática para 2050, y otras naciones del este como República Checa y Hungría, tienen una fuerte dependencia del carbón para cubrir sus necesidades energéticas. Consideraban injusto que todos los miembros estuviesen sometidos al mismo objetivo sin tener en cuenta sus peculiaridades energéticas.
Para lograr su aprobación, el bloque accedió a que el nuevo objetivo se logre de forma colectiva. Según la oficina del primer ministro belga, “los líderes acordaron que las reducciones se lograrán primero en sectores y países donde sigue habiendo mucho margen de mejora".
Además, la Comisión Europea considerará las situaciones nacionales específicas al elaborar sus medidas. En primavera se remitirá un informe de progreso al Consejo Europeo.
En el Acuerdo de París, los firmantes se comprometieron a mantener el aumento del calentamiento global por debajo de los 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit), e idealmente no más de 1,5 grados C (2,7 grados F), para final de siglo. En virtud del pacto, los países deben presentar sus objetivos climáticos actualizados antes de que termine 2020.