HAVANA – El desalojo por parte de la policía de un grupo de artistas cubanos la víspera y la falta de diálogo con éstos a lo largo de una semana de una protesta provocó nuevas manifestaciones el viernes y críticas al gobierno, sobre todo entre jóvenes creadores que consideraron el suceso como una limitación a la libertad de expresión.
Sin embargo, las autoridades cubanas defendieron su actuación y aseguraron que se trató de una operación para hacer cumplir las medidas sanitarias obligatorias debido al coronavirus, aunque anteriormente habían descalificado a los manifestantes.
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La tensión se incrementó la víspera, cuando la policía sacó a una docena miembros del Movimiento San Isidro que permanecían encerrados en la sede de su organización para exigir la liberación de un integrante preso por insultar a un agente.
Otros 70 artistas jóvenes se congregaron el viernes en la entrada del Ministerio de Cultura solicitando ser recibidos por el titular de la cartera y en solidaridad con los integrantes del movimiento.
“Cuba, en el momento que estamos, merece el derecho de que uno se pueda expresar, y nosotros como representantes de la comunidad artística estamos exigiendo esto”, dijo el artista plástico Julio Llopiz-Casal.
Esta semana, Llopiz-Casal y otros 300 creadores se pronunciaron en una carta dirigida al propio ministerio y otras dependencias de cultura pidiendo que se dialogue con los manifestantes y expresando su preocupación por la salud de estos colegas, varios de los cuales se declararon en huelga de hambre. La AP no pudo comprobar independientemente el alcance de esta medida.
Según el politólogo cubano-estadounidense Luis Carlos Battista, el surgimiento de colectivos de artistas y las expresiones de creadores individuales —especialmente de menos de 40 años— “cuestionan los paradigmas sociales impuestos” por el modelo en la isla.
"Todos estos movimientos y grupos tienen el objetivo común de buscar mayor independencia del Estado, dado que se asocia a las instituciones oficialistas con la censura”, explicó Battista. “Y en esto se encuentran especialmente a las nuevas generaciones de artistas, mucho más interconectadas y actualizadas con lo que ocurre en otras partes del mundo”.
Los miembros del Movimiento San Isidro exigían la liberación del rapero Denis Solís, sentenciado a ocho meses de cárcel por insultar a un policía este mes.
Un video publicado en el sitio web Razones de Cuba, afín al gobierno, mostró el momento en que policías y personas con batas médicas sacaban a los huelguistas. Por su parte, el portal oficial Cubadebate informó que el operativo obedecía a que uno de los manifestantes, el escritor Carlos Manuel Álvarez Rodríguez, violó el protocolo sanitario obligatorio para todos los viajeros internacionales tras arribar desde México y Estados Unidos esta semana.
En la madrugada los activistas desalojados fueron llevados a una dependencia policial y luego a sus hogares, informó a la AP el rapero Maykel “Osorbo” Castillo.
“Cuando vieron que la huelga era en serio... decidieron entrar por la fuerza”, explicó Castillo. “Si él (Álvarez) hubiera tenido el COVID-19 todos nos hubiéramos muerto ahí porque estábamos muy débiles. Ésa fue una herramienta que usó el régimen para reprimirnos”.
Cubadebate aseguró que no se violó ningún derecho de los jóvenes. Vecinos del lugar que hablaron con la AP dijeron que se usó la fuerza pero no hubo maltratos personales.
“Vino una ambulancia primero a llevarse a un enfermo que había ahí y no quiso salir, y la ambulancia se fue. Después vino la brigada (policía) y le dijo: ‘Venimos en paz. Si no abren le vamos a cerrajar (romper) la puerta’, y como no abrieron, cerrajaron la puerta y los montaron a todos en los carros (autos) y se los llevaron”, comentó a la AP Rafaela Osorio, una jubilada y vecina de 70 años que vio lo ocurrido.
El gobierno y asociaciones de creadores afines dijeron que Solís no era un artista genuino ni un representante del rap local. El periódico oficial Granma calificó la manifestación de “show” y señaló que formaba parte de la política de grupos de interés y de Washington, que incrementó su hostilidad durante el gobierno de Donald Trump para desprestigiar la revolución cubana.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos en el extranjero se pronunciaron y funcionarios del gobierno de Estados Unidos acusaron a Cuba de represión.
El movimiento tiene fuerte presencia en las redes sociales, pero poco alcance entre la población en general. A lo largo de su manifestación los integrantes sumaron consignas de corte más político, como la eliminación de las tiendas en dólares abiertas recientemente, o en favor de una “Cuba libre”.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como: www.twitter.com/ARodriguezAP