Líderes de América Latina saludaron el sábado el triunfo en las elecciones presidenciales estadounidenses del demócrata Joe Biden, quien, de acuerdo con algunos analistas, trataría de enmendar los daños causados por el gobierno de Donald Trump en las relaciones con la región.
Biden, de 77 años, es un líder bastante conocido en Latinoamérica y el demócrata también está familiarizado con la región, que visitó como vicepresidente en el gobierno de Barack Obama para impulsar el comercio. Y muchos de los gobernantes expresaron sus esperanzas de poder trabajar mancomunadamente.
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“Joe Biden trae a la Casa Blanca un nivel de conocimiento sobre América Latina y el Caribe más profundo que ningún otro presidente desde la Guerra Fría", señaló Michael Camilleri, director del Programa Peter D. Bell de Estado de Derecho del Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
“Las preocupaciones sobre democracia, derechos humanos, y corrupción se extenderá más allá de Venezuela, Nicaragua y Cuba”, agregó.
Biden derrotó al presidente Trump y será el 46to presidente de Estados Unidos, una victoria que ocurre luego de más de tres días de incertidumbre después que las autoridades estuvieron demoradas al contar los votos depositados por correo. Biden necesitaba 270 votos del Colegio Electoral, que consiguió una vez se anotó el triunfo en Pensilvania.
Trump no aceptó derrota alguna y dijo en un comunicado que su campaña comenzará a presentar argumentos en los tribunales por considerar que el “verdadero” ganador sería él.
Durante sus cuatro años de gobierno, el republicano mantuvo fuertes lazos de colaboración en temas primordialmente de seguridad con algunos países de la región, incluido Colombia, y logró alinear a otros gobiernos para frenar la migración desde el sur de su frontera, una de sus principales políticas que fue cuestionada duramente por organismos de derechos humanos y que llevó dolor a muchas familias en la región.
Por otro lado, Trump echó para atrás el histórico acercamiento con Cuba impulsado por la anterior administración de Obama, en tanto que arreció las sanciones económicas contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y reconoció al opositor Juan Guaidó como el presidente legítimo de la nación petrolera, aunque sin poder lograr a la larga la salida del poder del líder socialista.
Por la tarde, Maduro, tras felicitar a Biden en su cuenta de Twitter, dijo que “siempre estará dispuesto al diálogo y el entendimiento” con el nuevo gobierno estadounidense. En tanto, Guaidó señaló que aspira un buen trabajo entre ambos países para lograr el “restablecimiento de la democracia en Venezuela”.
La sensación generalizada fue que Trump —un magnate que comenzaba a impulsar su marca en América Latina antes de llegar a ser presidente— pasó a un segundo plano la relación con la región, lo que habría aprovechado China, su archirrival en la economía global, para ganar más influencias.
“El uso frecuente de amenazas y castigos dará paso a un renovado énfasis en cooperación, diplomacia y multilateralismo”, con la victoria de Biden, vaticinó Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.
El triunfo de Biden corrió como un reguero de pólvora en Cuba, una de las naciones que más interesada estaba en el desenlace de las elecciones estadounidenses.
Trump dio un giro radical a la dirección de Obama en relación a Cuba. Buscó explícitamente asfixiar a la isla persiguiendo a empresas que operaban allí, limitando remesas y viajes, prohibiendo cruceros y hasta persiguiendo barcos con petróleo para la nación caribeña.
Mientras Obama aseguró que el embargo y las sanciones no servían, el republicano dijo que su dura política hacia La Habana era la forma de terminar con la revolución cubana y lograr un modelo político pluripartidista. El gobierno cubano rechazó las presiones.
El triunfo de Biden “va a tener un impacto directo porque él habló de retornar la política de (flexibilizaciones) de Barack Obama”, señaló a The Associated Press Camilo Condis, un emprendedor en La Habana. “Lo importante ahora sería la respuesta del gobierno cubano, si van a aprovechar” un eventual acercamiento entre ambas naciones. El gobierno en la isla aún no había reaccionado a la victoria del demócrata.
Tampoco lo había hecho México, cuyo presidente Andrés Manuel López Obrador se ha jactado de mantener muy buenas relaciones con la administración de Trump. Muchos, empero, cuestionaron en las redes sociales al gobernante mexicano por considerarlo demasiado condescendiente con el republicano, sobre todo en cuestión de política migratoria.
En Centroamérica —que sufrió en carne propia las políticas migratorias restrictivas de Trump—, varios presidentes, entre ellos el hondureño Juan Orlando Hernández y el guatemalteco Alejandro Giammattei, recibieron con agrado la victoria de Biden.
“Como lo hemos hecho hasta ahora, seguiremos trabajando en unidad y fortaleciendo las relaciones bilaterales”, tuiteó Giammattei.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, felicitó a Biden el sábado por la noche y abogó para que la asociación entre ambos países continuara creciendo.
“El Salvador y Estados Unidos han tenido una relación cercana por más de 157 años, y recientemente esa relación se fortaleció. Felicitaciones presidente electo Joe Biden y vicepresidenta electa, Kamala Harris, que nuestra asociación continúe, para crecer cada día”, escribió Bukele en su cuenta oficial de Twitter.
El presidente de Chile, el centroderechista Sebastián Piñera, fue uno de los primeros en manifestarse respecto al triunfo de Biden.
“Chile y Estados Unidos compartimos valores como la libertad, la defensa de los derechos humanos y desafíos como la paz y la protección del medio ambiente”, destacó.
El presidente argentino, el izquierdista Alberto Fernández, felicitó al pueblo estadounidense por “el récord de participación en las elecciones, una clara expresión de la voluntad popular”, al tiempo que destacó, como lo hicieron otros líderes, que Kamala Harris se convirtiese en la primera mujer electa vicepresidenta en Estados Unidos.
También el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y su homólogo paraguayo Mario Abdo felicitaron a Biden y expresaron su deseo de fortalecer relaciones con el nuevo líder estadounidense.
“Nuestros países tienen una larga y especial relación histórica”, afirmó por su parte Laurentino Cortizo, el mandatario de Panamá, país centroamericano al que Biden visitó como vicepresidente en noviembre de 2013 para impulsar las obras de la multimillonaria expansión del canal. “Trabajaremos juntos para profundizarla aún más”.
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Con colaboraciones de corresponsales de The Associated Press en América Latina.