El huracán Delta infligió una nueva ronda de destrucción en Luisiana el viernes al golpear comunidades que aún estaban recuperándose después de que el huracán Laura siguió una ruta similar apenas seis semanas antes.
Cuando Delta tocó tierra como un huracán de categoría 2, casi todas las viviendas y edificios en Lake Charles aún tenían tejados maltratados y otros daños causados por Laura. Pilas de colchones con moho, árboles arrancados y otros escombros seguían en las calles.
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El alcalde Nic Hunter dijo que en toda la ciudad había lonas que el huracán arrancaba de las casas.
“En estos momentos estoy en un edificio que tiene una lona encima y sólo el sonido de la lona que se azota contra el edificio suena como si alguien estuviera golpeando con un mazo sobre el edificio", dijo Hunter mientras pasaba la tormenta en el centro de la ciudad. ”Es bastante intenso".
Delta tocó tierra el viernes por la noche cerca del poblado costero de Creole, una distancia de sólo unos 24 kilómetros (15 millas) de donde Laura llegó a Luisiana en agosto, dejando 27 muertos a su paso.
En Lake Charles, a unos 50 kilómetros (30 millas) tierra adentro de donde Delta tocó tierra, el agua se filtraba por el techo de la recámara de Ernest Jack mientras intentaba dormir el viernes por la noche. Jack dijo que la lona que cubre su tejado desde que Laura dañó su vivienda no se la había llevado el viento. Sus ventanas estaban cubiertas con madera para protegerlas de los escombros.
“Está lloviendo realmente fuerte; está inundándose; el viento es fuerte", dijo Jack. “Estoy bien. No estoy preocupado por nada, sólo orando que todo salga bien".
Delta arribó con vientos máximos de 155 km/h (100 mph) pero rápidamente se debilitó. Dos horas después se había convertido en una tormenta categoría 1 con vientos de 140 km/h (85 mph).